Así lo recogió en una nota de prensa el Consejo General de Enfermería (CGE), que acogió la reunión a la que acudieron más de 70 representantes de las asociaciones europeas y en la que se señaló que estos retos “representan un riesgo para prestar los cuidados que necesita la población y la atención a la cronicidad en una Europa cada vez más envejecida”.

Respecto a la retención del talento joven, las enfermeras aseguraron que Europa “asiste a una fuga de cerebros sin precedentes” y los jóvenes están “cada día menos motivados a elegir la Enfermería como una salida profesional de provecho”. Por ello, durante la junta pactaron estrategias formativas para dotar a los jóvenes de una educación de excelencia, que les impulse y sitúe a la vanguardia en conocimientos enfermeros.

El presidente de EFN, Aristides Chorattas, explicó que “en nuestro comité de políticas hablamos de aprendizaje permanente, porque necesitamos educar a nuestras enfermeras para que sean digitalmente capaces en cada país”.

AUMENTO DE AGRESIONES

Otro de los temas que centraron la cumbre europea fue el incremento de las agresiones a profesionales sanitarios, especialmente a enfermeras. Tras la pandemia por COVID-19, “la violencia ha aumentado en los entornos sanitarios y principalmente contra las enfermeras. Y no se trata solo de violencia física, sino también psicológica”, aclaró Chorattas.

En este sentido, las enfermeras españolas, durante la presidencia Española de la Unión Europea, que se alargará hasta diciembre, aprobará una directiva relacionada con el abordaje de la violencia y agresiones contra enfermeras “que ponga fin y solución a esta lacra”.

La “alarmante” escasez de enfermeras afecta a todo el continente europeo. España ocupa el sexto lugar por la cola en la Unión Europea, con una falta de 95.000 enfermeras para llegar a la media europea de 827 enfermeras.

Por ello, el vicepresidente del Consejo General de Enfermería de España y vocal del Consejo Internacional de Enfermeras (CIE), José Luis Cobos, explicó que “resulta prioritario retener a las enfermeras, que haya políticas a nivel de salario, condiciones de trabajo y conciliación familiar, elementos que favorezcan que las enfermeras no abandonen la profesión y, por otro lado, es necesario que aumentemos el número de enfermeras porque la pandemia ha puesto de manifiesto este déficit”.