Así lo indico ERC en un comunicado, después de que la Sala Penal del TS haya condenado al líder de ERC, Oriol Junqueras, y a los exconsejeros Raül Romeva, Jordi Turull y Dolors Bassa como autores de un delito de desobediencia en concurso real con un delito de malversación de caudales públicos y mantenga su inhabilitación.

Ante esta decisión, este partido deplora el “ensañamiento de la judicatura” con los cuatro líderes independentistas y critica la “arbitrariedad” de la alta judicatura porque, aunque desaparece el delito “más grave” por el que se les condenó, el delito de sedición, “se mantiene la misma pena”.

Además, afea que los jueces dejen “en papel mojado” la intención del legislador con una “interpretación retorcida” del delito de malversación, “como si no hubiese sido reformado”. Para ERC, aplicar el Código Penal sin “respetar” la modificación de la malversación con “voluntad vengativa y represora” contra el independentismo es una “demostración más de todas las arbitrariedades que sufren”.

Por ello, acusa al sistema judicial de dar “un golpe a la democracia” y tacha a la judicatura de “segunda cámara al servicio de la derecha y la extrema derecha” que “frena la profundización democrática y los avances sociales”. Asimismo, asegura que aquellos “aparatos represores” del Estado “siempre buscarán herramientas para reprimir”.

Asimismo, el partido liderado por Junqueras subraya que esta sentencia del Supremo “constata” que el “conflicto político” en Cataluña “no se ha acabado” y “hace evidente una vez más” la existencia de una “causa general contra el independentismo y la voluntad de criminalización del movimiento” independentista.

DELITO DE SEDICIÓN

Al mismo tiempo, ERC celebra que caigan las condenas por sedición tras la derogación de este delito y que esto provoque la extinción de la inhabilitación para la expresidenta del Parlament de Cataluña Carme Forcadell; los exconsejeros Josep Rull y Joquim Forn, y los expresidentes de Òmnium y ANC Jordi Cuixart y Jordi Sánchez.

En este sentido, este partido apunta que reformar el Código Penal era necesario para proteger los derechos fundamentales y aclara que apostó por eliminar el delito de sedición para recuperar derechos, seguir trabajando por la “república catalana” en “mejores condiciones” y porque su aplicación no solo “perjudicaba” a los independentistas, sino “a todos los demócratas”.