Según el portavoz de ERC en la Comisión de Trabajo del Congreso, Joan Tardà, para ellos era "condición fundamental" desde el principio que todo lo que el Gobierno pactara en la mesa de diálogo social se tramitara vía proyecto de ley, "porque no podemos permitir que el Parlamento quede secuestrado por los agentes sociales".

"Si no se diera este caso nosotros no estaríamos dispuestos a aprobar ningún decreto ley porque hay aspectos con los que no estamos de acuerdo, otros con los que tenemos dudas y otros que ni se han contemplado", explicó Tardà.

Por ejemplo, para ERC la Reforma Laboral debería contemplar de forma clara la formación continua de los trabajadores y el contrato de formación tendría que tener "mucho más calado como elemento de integración de la gente joven" al mercado laboral.

Tras aprobar el Consejo de Ministros el decreto ley hoy, el Gobierno deberá lograr su convalidación en el Congreso. El Pleno de la Cámara Baja decidirá entonces si se cierra ahí el proceso o se tramita la norma como proyecto de ley.

Para el representante de ERC en la Comisión, "el Parlamento tiene que tener la posibilidad de tramitar aquellas enmiendas que permitan corregir, matizar e incluso manifestar un posicionamiento contrario de la Reforma Laboral".

ERC justificó también su posición porque en la mesa de diálogo social hay sindicatos y sectores patronales que no participan, y porque el grupo parlamentario ha retrasado algunas iniciativas a la espera de la tramitación parlamentaria.