En declaraciones en el Congreso, el portavoz de ERC en la Cámara Baja, Gabriel Rufián, tras el encuentro, explicó que decidió no hacerse la foto para evitar lo que consideraban "una especie de besamanos absurdo" y poder mantener una conversación más extensa.

Durante la reunión, que se produjo después de una "sesión de control absolutamente desafortunada", Rufián encontró a "un presidente tocado", que se mostró dispuesto a impulsar sanciones de por vida y multas millonarias contra quienes hayan contribuido a corromper a representantes públicos.

El compromiso incluye modificaciones en el Código Penal para endurecer las penas contra los corruptores y las constructoras, además de avanzar en la agenda social, especialmente en materia de vivienda, con medidas para intervenir el mercado inmobiliario.

LLAMAMIENTO A LA IZQUIERDA

El líder republicano hizo un llamamiento a las fuerzas situadas a la izquierda del PSOE para "aprovechar el tiempo que quede" y avanzar en medidas sociales, especialmente en materia de vivienda, ante la incertidumbre sobre la duración de la legislatura.

"No sé cuánto tiempo queda, no sé lo que va a pasar. Creo que nadie lo sabe más allá de quien lo está publicando", apuntó Rufián, quien insistió en la necesidad de acordar "tres o cuatro cosas" prioritarias entre las formaciones progresistas.

Rufián evitó pronunciarse sobre la credibilidad del presidente del Gobierno en relación con los casos de corrupción, recordando su experiencia personal con el PSOE desde los años 90 y señalando que "la inercia del bipartidismo es la que es".

"Cuando entran aquí los corruptos premium nos vamos al carajo todos", señaló el portavoz de ERC, quien reiteró la importancia de centrarse en medidas concretas como facilitar el acceso a una vivienda digna para la ciudadanía.