En una entrevista concedida a LaSexta y recogida por Servimedia, Errejón, admitiendo que su posición personal es “muy polémica” dentro de su propio campo ideológico, enjuició que es “muy peligroso”, también para la izquierda, ese enfoque de denunciar excesos verbales. Por un lado, porque cuando lo hace parece “un actor que sólo regaña”, y, por otro, porque ese enfoque es “un bumerán que se le acaba volviendo en contra” cuando incurre en los mismos.

“No hay que meterlo todo en el Código Penal”, dictaminó, aclarando, eso sí, que las palabras de Abascal “merecen toda la sanción social, mediática, política y cultural”, porque lo que dijo “es un acto infame, criminal”.

Errejón recordó que los delitos de odio que le imputa el PSOE en su denuncia ante la Audiencia Nacional se tipificaron “para proteger a minorías que están en situación de desamparo”, no para proteger a cargos públicos como Sánchez. Ahora bien, también denunció la “doble vara de medir” según la cual, a su juicio, si lo que dijo Abascal lo hubiera dicho un independentista, un militante de izquierdas, un cantante o un titiritero, ahora “estaría sentado frente a un tribunal”