El objetivo de esta iniciativa fue “reflexionar en torno al valor de la esperanza para conseguir los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), fomentando el derecho a la participación de los niños y las niñas en la sociedad“, según un comunicado de Aldeas Infantiles SOS.

“Después de haber vivido un año muy duro hemos puesto en valor temas tan importantes como la salud, el trabajo y las alianzas. Los más pequeños han sido testigos de cómo una enfermedad ha cambiado el mundo que conocían, cómo afecta al trabajo y cómo la unión de los países para buscar soluciones ha sido y es fundamental“, explicó el presidente de Aldeas Infantiles SOS, Pedro Puig.

La presidenta de la Asamblea, Eugenia Carballedo Berlanga, y el vicepresidente de Aldeas Infantiles SOS de España, Javier Fresneda Sánchez, también asistieron al acto.

En representación del colegio San Juan Bosco, ejerció como portavoz Alba Andrada Rodrigo, de 4º de Primaria: “No siempre aquello que queremos conseguir es inmediato, pero es importante que siempre nos impliquemos en el proceso, por muy lejano en el tiempo que parezca el objetivo“.

Thais García Redondo, de 5º de Primaria, del colegio Carlos Ruiz, trató en su intervención sobre cómo vivir con optimismo: “Tenemos que ser felices y tener la esperanza de hacer felices a los demás. Tenemos esperanza de que nuestros familiares y amigos, y todos lo que nos rodean tengan salud y un trabajo digno“.

Por parte del colegio Ramón y Cajal, su portavoz, Carmen Barato Martínez, de 6º de Primaria, explicó: “Cuando nos encontramos ante una dificultad no podemos quedarnos en que no somos capaces de alcanzar nuestra meta, ya que la esperanza reside en la ilusión, en la imaginación y en el coraje de aquellos que se atreven a convertir sus sueños en realidad y a hacer de este un mundo mejor“.

La representante del colegio Gabriel García Márquez, María Zubiaurre Valiente, de 6º de Primaria, concluyó el turno de intervenciones: “Nuestra esperanza es creer en un mundo mejor, una sociedad más justa, más humana; es trabajar por un planeta verde, acogedor y amable con sus gentes“.

Los cuatro portavoces presentaron 12 compromisos y se abrió el turno de votaciones. El que consiguió más apoyos fue “ayudar a las personas dañadas psicológica o físicamente por las guerras, dándoles esperanza“. En segundo y tercer lugar, los alumnos eligieron los compromisos de “trabajar juntos por el diálogo, por el respeto, por la igualdad y la empatía“ y “esforzarnos por terminar nuestros estudios para poder acceder a un trabajo digno“.