Escrivá participó en un diálogo con la presidenta del Santander, Ana Botín, durante la Conferencia Internacional de Banca organizada por la entidad en Madrid y que este año lleva por título ‘La urgencia del crecimiento’.

El gobernador explicó que los bancos centrales son los que tienen la posibilidad de imprimir dinero “sin límite” y actúan de garantes de la liquidez en una crisis. Defendió que ese papel se mantenga con el lanzamiento de las ‘stablecoins’ y que sean los bancos privados lo que las desplieguen por estar supervisados y sometidos a controles “más estrictos”.

“Es importante que el banco central retenga un papel clave, los bancos centrales han sido absolutamente fundamentales para generar confianza en los sistemas de pago y necesitamos que eso siga sucediendo en este nuevo mundo”, afirmó Escrivá, que reconoció que la divisa física “va a ser cada vez más sustituida por el dinero digital” y el objetivo es que sea comparable con el dinero físico en cuanto a garantías y seguridad.

Botín recordó a Escrivá que el Santander se ha sumado a un consorcio de varios que hay. Ese consorcio busca no solo comercializar una ‘stablecoin’, sino emitirla. “Yo apoyo eso”, dijo Escrivá.

Por otra parte, se refirió a la simplificación normativa para admitir que “hay margen para unas reformas más ambiciosas y para reducir la complejidad muchísimo en muchas áreas”. Consideró que España puede ser de los primeros países en implementar el ‘Régimen 28’ consistente en ofrecer a las empresas un marco jurídico único que facilite su operativa en el entorno comunitario.

Botín valoró que Escrivá es “uno de los gobernadores en Europa con más amplitud de miras” y deseó que haya más como él.

En otra mesa de esta jornada participó la presidenta del Banco Central Europeo (BCE) y exvicepresidenta española, Nadia Calviño, quien comparó a Europa con un rinoceronte o un toro que, “quizás los cuernos ahora estén un poco amortiguados”, con restricciones en materia de defensa, pero al que “no es buena idea disgustar”.

En un contexto internacional en el que en Estados Unidos “algunos están intentando volver atrás y abandonar la trayectoria que sigue el resto del mundo”, Calviño defendió establecer alianzas.

Sobre la actividad del BEI, indicó que el objetivo es dedicar el año que viene 4.500 millones a seguridad y defensa, dado que “Europa está cambiando” a raíz de la guerra en Ucrania. También situó como prioridad la transición energética, la necesidad de abaratar los precios de la energía, diversificar las fuentes y no renunciar a ser líderes en renovables.

Explicó que el BEI se está focalizando en tres áreas: proyectos que contribuyan a la competitividad de Europa, la financiación del cambio climático y la simplificación normativa “radical”. “Estamos comprometidos a reducir los reportes, los informes de las empresas y que haya más autoevaluación”, afirmó. En cambio, añadió que no ha escuchado a representantes de Estados Unidos ni de Europa “hablar de desregulación ni apoyar la desregulación”.