Así lo revela el último ‘Informe Europeo sobre Drogas: Tendencias y novedades’, publicado este viernes por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT), que presenta la visión general más actual de la situación de las drogas en el continente y en el que se analizan las principales tendencias y amenazas emergentes.

Según refleja el documento, en 2021 los Estados miembro de la UE se incautaron de una cantidad récord de 303 toneladas de cocaína y Bélgica (96 toneladas), Países Bajos (72 toneladas) y España (49 toneladas) concentraron casi el 75% de la cantidad total incautada.

Asimismo, los datos preliminares de 2022 muestran que la cantidad de cocaína incautada en Amberes, el segundo mayor puerto marítimo de Europa, ascendió a 110 toneladas, en comparación con las 91 toneladas de 2021.

“Existen indicios de que los grupos de delincuencia organizada también tienen cada vez más en el punto de mira los puertos más pequeños de otros países de la UE, así como de los países limítrofes”, advirtió el observatorio, según el cual el tráfico de “grandes volúmenes” de esta sustancia a través de los puertos marítimos europeos en contenedores comerciales está “impulsando” la “elevada disponibilidad” de la droga en la actualidad.

PREOCUPACIÓN

El organismo admitió que “preocupa especialmente” que esta situación “pueda contribuir a aumentar el consumo de cocaína, los daños para la salud y la delincuencia relacionada con la droga”.

A su entender, la fabricación ilegal de cocaína en la UE está “adquiriendo importancia”, tal y como indicaría el desmantelamiento de 34 laboratorios de cocaína en 2021, por 23 en 2020, algunos de ellos “a gran escala”. Del total, España informó del desmantelamiento de 16, Bélgica informó de 11 sitios relacionados con el procesamiento y los Países Bajos desmantelaron siete laboratorios de extracción secundaria de cocaína.

Esta droga fue la sustancia asociada con “mayor frecuencia” a cuadros clínicos de intoxicación aguda en los servicios de urgencias hospitalarias en 2021 y fue mencionada en el 27% de los casos.

A su vez, alertó de que también existen “algunos indicios” de que el consumo de cocaína inyectada y de crack se está “generalizando” entre los grupos de población “marginados” de “algunos” países.

Por ello, juzgó necesario “intensificar las respuestas” para reducir los daños y, según su informe, se estima que en 2021 se iniciaron 7.500 tratamientos relacionados con el crack.