Así se desprende de datos comparativos del Instituto de la Economía Alemana de Colonia, referidos al año 2002, difundidos hoy por el Instituto de Estudios Económicos (IEE), que muestran que la mayoría de países de la UE han logrado, a lo largo de las últimas décadas, una mayor eficiencia energética en su producción, aunque con grandes diferencias tanto en la antigua UE-15 como en la actual UE-25.

No obstante, sigue habiendo una serie de economías que muestran una gran dependencia energética, sobre todo del petróleo, lo que las hace más vulnerables especialmente en momentos en los que el precio del crudo aumenta en los mercados mundiales, como el actual.

Según los datos del instituto alemán, destaca la elevada eficiencia energética con la que producen Francia y Austria, seguidos de Alemania, Finlandia, Irlanda y Bélgica. Por lo que respecta a España, se mueve en un nivel medio y debería hacer mayores esfuerzos por lograr una producción menos intensiva en petróleo y gas, a juicio del IEE.

Por detrás de España se sitúan Italia, Grecia, Países Bajos, Luxemburgo y Portugal. Entre los nuevos países miembros de la UE, que, en general, tienen una elevada dependencia del petróleo y gas en su consumo primario de energía, Eslovaquia y Hungría tienen la mayor dependencia energética, mientras que en el lado opuesto está Polonia.