Medio ambiente

España es el quinto país del mundo con más humedales importantes

- Hoy se celebra el Día Mundial de estos ecosistemas acuáticos

MADRID
SERVIMEDIA

España ocupa la quinta posición de la clasificación mundial de países con mayor número de humedales reconocidos de importancia internacional, con un total de 76, solo superada por Reino Unido (175), México (144), China (82) e India (80), y el Parque Nacional de Doñana es el más emblemático de todos.

Este viernes se celebra el Día Mundial de los Humedales, en recuerdo de la fecha de adopción de la Convención sobre los Humedales en la ciudad iraní de Ramsar, a orillas del mar Caspio. Hoy se cumplen 53 años de la firma de ese tratado internacional.

El planeta cuenta actualmente con un total de 2.511 humedales importantes repartidos por 172 países y con una extensión total de 257.189.470 hectáreas. Así figura en la Lista de Humedales de Importancia Internacional, elaborada por la Oficina de la Convención de Ramsar y recogida por Servimedia.

La secretaria general de la Convención sobre los Humedales, Musonda Mumba, apunta en un mensaje con motivo del Día Mundial de los Humedales que estos ecosistemas y las personas son "vida entrelazada". "Los humedales son fundamentales para nuestro bienestar, ya sea a través del suministro de agua potable, actuando como fuente de alimentos o protegiéndonos de fenómenos climáticos extremos", añade.

Mumba destaca que, "en todos los rincones del mundo, los seres humanos han dependido de los humedales durante siglos, obteniendo sustento, inspiración y resiliencia de estos importantes entornos", pese a lo cual "cada día los seres humanos dañan los humedales" por "prácticas agrícolas insostenibles, que son una de las principales causas de su pérdida a través del drenaje y el relleno".

"Muchos humedales, en particular los cercanos a las ciudades, también han sido contaminados por actividades humanas y recientemente degradados aún más por la contaminación plástica, lo que exacerba la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de naturaleza y la contaminación, que, en última instancia, afectan la salud humana", recalca.

Mumba indica que las tendencias actuales en los asentamientos humanos también plantean "una gran amenaza para la conservación y el uso racional de los humedales en las ciudades en crecimiento y sus alrededores". "A medida que las ciudades crecen y aumenta la demanda de tierra, la tendencia es invadir los humedales y estos están desapareciendo tres veces más rápido que los bosques. Por lo tanto, debemos detener la destrucción en curso y fomentar acciones para conservar y restaurar estos ecosistemas vitales", apostilla.

UN 60% MENOS EN UN SIGLO

Por otro lado, España ha perdido en el último siglo más del 60% de sus humedales y esas zonas húmedas son los espacios naturales más amenazados por la acción humana, debido a la agricultura y ganadería industriales (regadío intensivo, sobreexplotación acuíferos, contaminación…), así como por el cambio climático (sequía, aumento de la temperatura...), según Greenpeace.

Esta organización apunta que la sequía agrava aún más la “agónica situación” de los humedales, ya que, al disponer de menos agua y seguir aumentando las demandas externas, estos enclaves quedan secos y pierden su biodiversidad y ecosistemas asociados.

Según el último inventario del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, España cuenta con más de 2.000 humedales, aunque otras fuentes elevan esta cifra a 5.767. “Esto demuestra cómo los humedales son los grandes olvidados, sin ni siquiera saberse cuántos existen ni la situación en la que se encuentran realmente”, apunta Greenpeace.

Con los datos de Transición Ecológica, solo un 27% de los humedales están bien conservados o en un estado moderado de conservación. El resto presentan un alto riesgo de desaparecer, lo que ocurre, por ejemplo, con la laguna de Antela (Ourense), La Janda (Cádiz) o La Nava (Palencia).

“Lejos de frenar este proceso, en la actualidad sigue acelerándose. Tras la práctica desaparición del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel o las graves afecciones al Mar Menor en Murcia y a La Albufera de Valencia, toca ver cómo, a corto plazo, corre también riesgo de desaparecer otra de nuestras joyas naturales: el Parque Nacional de Doñana”, recalca Greenpeace.

“Los datos indican que la protección de nuestros humedales necesita de más acciones e implicación institucional para revertir su deterioro. No basta con preservar o plantear planes sobre el papel, hay que restaurar urgentemente todos ellos y recuperar las funciones dañadas por la intervención humana”, recalcó Julio Barea responsable de la campaña ‘Salvar el Agua’ de Greenpeace.

DOÑANA

El Parque Nacional de Doñana está en una situación de “colapso ecológico” y así lo evidencian “cinco evidencias científicas”, según un informe de WWF en colaboración con 30 científicos de organismos de investigación como la Estación Biológica de Doñana (EBD), el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y el Instituto Español de Oceanografía (IEO), y varias universidades.

El informe indica que las actuales presiones han desencadenado un “efecto dominó” de pérdida de biodiversidad que están llevando a Doñana a “un punto de no retorno” por la sobreexplotación del agua, el crecimiento “irracional” del regadío legal e ilegal, y el urbanismo “insostenible” en Matalascañas (Huelva).

La primera evidencia del informe es que “el humedal recibe cada vez menos agua”. La red fluvial del entorno de Doñana, a excepción de la cuenca alta del Guadiamar, está en mal estado ecológico. Los caudales circundantes del arroyo de la Rocina, que alimenta directamente a la marisma, han disminuido más del 60% por la disminución de las lluvias y la falta de aportaciones superficiales y subterráneas.

La segunda alude a que “hay muy poca agua y muy contaminada por fertilizantes, herbicidas, compuestos farmacéuticos y vertidos urbanos”. Así, 14 masas de agua están en mal estado químico, según el Plan Hidrológico del Guadalquivir. La eutrofización y concentración de compuestos farmacéuticos de los afluentes y la marisma se ha acelerado en las últimas décadas y en muchas ocasiones alcanza niveles incompatibles con la conservación de la biodiversidad.

La tercera evidencia científica se refiere a que “el acuífero de Almonte-Marismas está en alerta roja y sobreexplotado”. Según estudios científicos, se extrae más agua del acuífero de la que se recarga y las aportaciones subterráneas a los arroyos que alimentan a la marisma han disminuido de forma alarmante. Ello se debe, según el informe, a “décadas de sobreexplotación, principalmente ligada a la expansión de un modelo de producción agrícola industrial destinado a la exportación”.

La cuarta evidencia científica es que “más de la mitad de las lagunas peridunares han sido borradas del mapa”. El crecimiento del área turística de Matalascañas también ha contribuido al deterioro del ecosistema dunar. Hay una tendencia descendente de unos dos o tres metros desde 1995 hasta la actualidad, agravado por los efectos del incremento de la evaporación registrado debido al aumento de la temperatura del aire. Todas las lagunas, tanto temporales como permanentes, incluida la laguna de Santa Olalla, se han secado completamente durante los veranos de 2022 y 2023.

Y la quinta evidencia científica se refiere a que “la biodiversidad de Doñana está en ‘caída libre’”, ya que no llega agua suficiente, ni subterránea, ni superficial a los ecosistemas acuáticos y terrestres que la necesitan para sobrevivir. Consecuencia de ello es la reducción de indicadores clave como la muerte de los alcornoques centenarios, que precisan de altos niveles freáticos para alimentar sus raíces; la pérdida de especies de anfibios por desaparición de lagunas y reducción de superficie de la marisma, y la desaparición en 40 años de 28 especies de libélulas y caballitos del diablo, especies que dependen de los ecosistemas acuáticos para desarrollar sus larvas.

LA ALBUFERA

Por su parte, SEO/BirdLife pone el foco esta vez en la situación del Parque Natural de la Albufera (Valencia), un humedal que requiere de un plan de acción urgente al igual que otros espacios protegidos, como Doñana o el Mar Menor.

Entre las medidas prioritarias, según SEO/BirdLife se encuentran la aprobación y mejora de los planes de gestión de los humedales de la Red Natura 2000, la revisión y cumplimiento de los caudales ecológicos asignados en los planes de cuenca, y la restauración de las zonas húmedas degradadas, sin olvidar la declaración de las lagunas costeras como 'hábitat en peligro de desaparición'.

(SERVIMEDIA)
02 Feb 2024
MGR/clc/gja