Salud y medio ambiente

España es uno de los países europeos con menos días de aire contaminado

- La polución afecta a la mayoría de la población continental, según el ISGlobal

MADRID
SERVIMEDIA

La calidad del aire en Europa mejoró en las dos últimas décadas y España es uno de los países del continente con menos días de aire contaminado,

Así se desprende de un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) -centro impulsado por la Fundación "la Caixa"- y el Barcelona Supercomputing Center (BSC-CNS), y dado a conocer este miércoles.

El estudio estima las concentraciones ambientales diarias de contaminantes como las partículas en suspensión (PM2,5 y PM10), el dióxido de nitrógeno (NO2) y el ozono troposférico (O3) en más de 1.400 regiones repartidas por 35 países europeos, donde resisen 543 millones de personas.

Los datos proceden de técnicas de aprendizaje automático y pertenecen al periodo entre 2003 y 2019. El objetivo de los investigadores era evaluar la cantidad de días que superan las directrices de 2021 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para uno o varios contaminantes.

DÍAS CONTAMINADOS

Los resultados, publicados en la revista ‘Nature Communications’ y analizados por Servimedia, muestran que España fue el octavo país con menos días de contaminación atmosférica por PM2,5 en relación a los límites máximos de la OMS entre 2013 y 2019 (23,7 jornadas de media por año), solo por detrás de Irlanda (3,3), Finlandia (4,3), Estonia (4,4), Portugal (9,6), Islandia (9,7) y Letonia y Suecia (15,7 cada uno).

En cuanto a la contaminación por O3, España ocupa la undécima posición (5,7 días), superada por Islandia (0,0), Irlanda (0,3), Finlandia (0,8), Reino Unido (1,3), Lituania (2,1), Noruega y Suecia (2,2 cada uno), Letonia (2,9), Dinamarca (3,7) y Estonia (3,8).

Respecto a las partículas PM10, España es decimocuarta (8,4), por detrás de Islandia (0,0), Suecia (0,6), Luxemburgo (1,1), Noruega (1,8), Estonia (2,8), Finlandia (3,0), Liechtenstein (3,5), Irlanda (4,3), Francia y Reino Unido (4,9 cada uno), Suiza (5,2), Dinamarca (6,6) y Portugal (7,2).

Y en relación al NO2, España aparece en la decimoquinta plaza (3,1 días), superada por Islandia y Montenegro (0,2 cada uno); Chipre, Estonia, Letonia y Suecia (3,3), Finlandia (0,4), Lituania (0,5), Liechtenstein (0,7), Irlanda (0,8), Macedonia del Norte (1,1), Noruega (1,3), Albania (1,6) y Dinamarca (2,0).

Por el contrario, Serbia es el país europeo más contaminado por partículas PM2,5 (326,3 días) y PM10 (72,8), Bélgica por NO2 (52,4) e Italia por O3 (43,5).

Por otro lado, los niveles de partículas PM10 disminuyeron anualmente un 2,72% en el conjunto de Europa, por delante de los de NO2 (-2,45%) y partículas PM2,5 (-1,72%).

En cambio, los de O3 aumentaron un 0,58% anual en el sur de Europa, lo que multiplicó casi por cuatro el número de días con mala calidad del aire.

El estudio también analiza el número de días en que se superaron simultáneamente los límites de dos o más contaminantes, una confluencia conocida como ‘día con contaminación compuesta’.

“ESFUERZOS ESPECÍFICOS”

Pese a las mejoras globales, el 86,3% de la población europea experimentó al menos día con ‘contaminación compuesta’ al año durante el periodo de estudio, con las combinaciones de PM2,5-NO2 y PM2,5-O3 como las más comunes.

Los resultados ponen de relieve las mejoras significativas de la calidad del aire en Europa en las partículas PM10 y NO2, mientras que los niveles de PM2,5 y O3 siguieron superando las directrices de la OMS en muchas regiones, lo que se traduce en un mayor número de personas expuestas a niveles de aire no limpio.

"Se necesitan esfuerzos específicos para abordar los niveles de PM2,5 y O3 y los días con ‘contaminación compuesta’ asociados, especialmente en el contexto del rápido aumento de las amenazas del cambio climático en Europa", según Zhao-Yue Chen, investigador de ISGlobal y autor principal del estudio.

Carlos Pérez García-Pando, de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA) y AXA Research Professor en el BSC-CNS, señaló que esta investigación ofrece “una base sólida para la investigación futura y el desarrollo de políticas para abordar la gestión de la calidad del aire y las preocupaciones de salud pública en toda Europa".

DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA

El equipo de investigación desarrolló modelos de aprendizaje automático para estimar concentraciones diarias de alta resolución de los cuatro principales contaminantes atmosféricos.

Los modelos recogen datos de múltiples fuentes, como estimaciones de aerosoles por satélite, datos atmosféricos y climáticos existentes e información sobre el uso del suelo. Con ello, el equipo calculó el promedio anual de días en los que se superó el límite diario de la OMS para uno o más contaminantes atmosféricos.

Así, el 98,10%; el 80,15%, y el 86,34% de la población europea vivió entre 2003 y 2019 en zonas que superaron los niveles anuales recomendados por la OMS de PM2,5, PM10 y NO2, respectivamente. Ningún país cumplió las directrices anuales de O3 durante la temporada alta de 2003 a 2019.

En cuanto a la exposición a corto plazo, más del 90,16% y del 82,55% de la población europea vivía en zonas con al menos cuatro días que superaban las directrices diarias de la OMS para PM2,5 y O3 en 2019, mientras que las cifras para NO2 y PM10 eran del 55,05% y del 26,25%, respectivamente.

Los niveles de PM2,5 y PM10 fueron más elevados en el norte de Italia y en Europa oriental, mientras que los de PM10 resultaron más altos en el sur de Europa.

Los más altos de NO2 se observaron principalmente en el norte de Italia y algunas zonas de Europa occidental, como en el sur de Reino Unido, Bélgica y Países Bajos.

Del mismo modo, el O3 aumentó un 0,58% en el sur de Europa, mientras que disminuyó o mostró una tendencia no significativa en el resto del continente.

Las reducciones más significativas de PM2,5 y PM10 se observaron en Europa central, mientras que en el caso del NO2 se dieron sobre todo en las zonas urbanas de Europa occidental.

GESTIÓN DEL OZONO

Por otro lado, el tiempo medio de exposición y la población expuesta a días con contaminación por PM2,5 y O3 es mucho mayor que en el caso de los otros dos contaminantes.

El O3 troposférico se encuentra en las capas bajas de la atmósfera y se considera un contaminante secundario porque no se emite directamente a la atmósfera, sino que se forma a partir de ciertos precursores -como los compuestos orgánicos volátiles (COV), el monóxido de carbono (CO) y los óxidos de nitrógeno (NOx)- que se producen en los procesos de combustión, principalmente en el transporte y la industria.

En concentraciones elevadas, el ozono puede dañar la salud humana, la vegetación y los ecosistemas. "La gestión del ozono presenta un reto complejo debido a su vía de formación secundaria. Las estrategias convencionales de control de la contaminación atmosférica, que se centran en la reducción de las emisiones de contaminantes primarios, pueden no ser suficientes para mitigar eficazmente los altos niveles de O3 y los días con contaminación compuesta asociados", afirma Joan Ballester Claramunt, investigador de ISGlobal y autor sénior del estudio.

EPISODIOS COMPUESTOS

A pesar de las mejoras en la contaminación del aire, el equipo de investigación más del 86% de los europeos experimentaron al menos un día con contaminación compuesta cada año entre 2012 y 2019, donde múltiples contaminantes superaron los límites de la OMS simultáneamente.

Entre estos, la contribución de los días de contaminación compuesta por PM2,5-O3 aumentó de un 4,43% en 2004 a un 35,23% en 2019. Este fenómeno se produce principalmente en latitudes más bajas durante las estaciones cálidas y está probablemente relacionado con el cambio climático y la compleja interacción entre las partículas PM2,5 y el O3.

Las temperaturas más cálidas y la mayor intensidad de la luz solar en verano potencian la formación de O3 mediante reacciones químicas. Posteriormente, los niveles más altos de ozono troposférico acelerarán la oxidación de los compuestos orgánicos del aire.

Además, el cambio climático aumenta la probabilidad de incendios forestales, que elevan aún más tanto los niveles de O3 como de PM2,5. "Esta compleja interacción crea un bucle nocivo que pone de relieve la urgente necesidad de abordar simultáneamente el cambio climático y la contaminación atmosférica", concluye Ballester Claramunt.

(SERVIMEDIA)
13 Mar 2024
MGR/gja