Fuentes gubernamentales se refirieron este mediodía a que el Ejecutivo ha acogido con cautela las informaciones que hablan de que Blair quiere rebajar el Presupuesto total de la UE hasta los 840.000 millones de euros anuales, frente a los 875.000 que proponía Luxemburgo.

No obstante, desde el Gobierno español se anuncia que la respuesta definitiva al respecto la dará esta tarde el vicepresidente Pedro Solbes cuando conozca las cifras concretas de la propuesta del primer ministro británico.

En este sentido, el Gabinete de Zapatero no ha querido adelantar si hoy daría por bueno el presupuesto luxemburgués que España rechazó en junio, porque es necesario conocer el planteamiento concreto que se hace desde la Presidencia de la UE.

EFECTO ESTADÍSTICO

Sin embargo, el Gobierno español comparte plenamente las tesis de Francia y seguirá sin admitir una modificación de la Política Agraria Común (PAC) pactada en 2002. Además, España tampoco aceptará ser la principal perjudicada en términos financieros por el efecto estadístico y que los fondos de cohesión que hasta ahora recibía se repartan entre los diez nuevos socios comunitarios.

Asimismo, las fuentes consultadas culparon al Ejecutivo de José María Aznar de haber instalado en la opinión pública europea y en las cancillerías la idea de que España acepta sin más el "efecto estadístico", que le sitúa como un país rico por encima de la media europea de PIB por habitante, y defiende que hay que pelear esos fondos de cohesión "sin sacar pecho ni diciendo a los demás como tienen que comportarse".

Desde el Gobierno también se advierte de que Zapatero acude a la Cumbre de Bruselas a buscar financiación para los problemas migratorios de África hacia Europa, así como financiación suplementaria para programas de I+D+I.

Preguntadas las mismas fuentes sobre si el Ejecutivo aceptará un recorte de los fondos estructurales para España (cohesión y objetivo 1) a cambio de la creación de esos fondos para inmigración e I+D+D, de las que nuestro país sería el principal beneficiario, el Ejecutivo insiste en que queda mucha negociación por delante.