En rueda de prensa en el ministerio, tras reunirse con su homóloga chilena, Vivianne Blanlot Soza, Alonso señaló que mantiene la "confianza" de que la escalada de violencia en la zona de Oriente Próximo se solucione por la vía diplomática.

Indicó que España "no se opondría" al envío de una fuerza de interposición, pero Naciones Unidas, antes de tomar una decisión, debe hacer una reflexión previa sobre lo más conveniente en estos momentos, y por ello pidió que "no se adelanten acontecimientos". El titular de Defensa dijo que Naciones Unidas son el elemento de "legitimación indispensable e inexcusable" para que se decida participar militarmente en cualquier conflicto y que, por ello, España mantendrá la posición que se adopte desde el organismo mundial.

Alonso subrayó que el Ejecutivo seguirá con todos los recursos diplomáticos activados con "total determinación y total firmeza" para frenar esta escalada de violencia y evitar que se generalice el conflicto.

Si el conflicto se generaliza, señaló el ministro, va a ser algo muy peligroso para la estabilidad de la región y para el resto del planeta".