Los ministros de Asuntos Exteriores de Eslovenia, España, Irlanda, Islandia, Luxemburgo y Noruega reiteran en la declaración que "la intensificación de las operaciones militares pondrá en peligro la vida de los rehenes que permanecen cruelmente en manos de Hamás y provocará la intolerable muerte de civiles palestinos inocentes, entre ellos mujeres, niños y ancianos".

"También denunciamos el desplazamiento forzoso de palestinos, que constituye una violación flagrante del derecho internacional", añaden.

Consideran que esta nueva ofensiva "abre una nueva fase de incertidumbre y sufrimiento intolerable para ambas partes" y que "la destrucción sistemática de infraestructuras civiles esenciales, incluidos lugares que sirven de refugio a civiles desplazados extremadamente vulnerables, es inaceptable", por lo que instan al Gobierno israelí "a que, con carácter inmediato, reconsidere su decisión y cese las operaciones. Esta espiral de violencia debe terminar", alertan.

"Nos produce horror la confirmación por parte de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria de la hambruna en la gobernación de Gaza y la previsión de que se extienda a las zonas circundantes en las próximas semanas. Instamos a Israel a que cumpla con las obligaciones humanitarias que exige el derecho internacional. La situación humanitaria sigue siendo crítica y debe abordarse de inmediato. Se debe permitir a los organismos de las Naciones Unidas y a las ONG operar plenamente sobre el terreno para aliviar la catástrofe humanitaria, conforme a los principios humanitarios", añaden los firmantes, para quienes "es necesaria una acción humanitaria inmediata y a gran escala".

Además, aprovechan la declaración para expresar su "más profunda preocupación por la expansión de la construcción de asentamientos en Cisjordania, ilegal conforme al derecho internacional", e instan a Israel a revocar su decisión. "También nos alarman las acciones de los colonos violentos, que parecen actuar con impunidad. Las operaciones militares en curso tanto en Gaza como en Cisjordania representan un grave obstáculo para la aplicación de la solución de dos Estados, que es la única vía hacia una paz duradera".

Aseguran que la comunidad internacional "no permanecerá callada ante las violaciones de los derechos humanos, y seguiremos trabajando intensamente por la paz. Seguiremos apoyando los esfuerzos de mediación, e instamos a ambas partes a que alcancen un acuerdo de alto el fuego permanente que allane el camino hacia la paz. También seguimos pidiendo la liberación inmediata de todos los rehenes y la entrada rápida y sin obstáculos de ayuda humanitaria a gran escala en toda Gaza. Todos necesitamos que la paz y la estabilidad vuelvan a la región".