Inversión
España pierde posiciones como destino de la inversión extranjera, pero mantiene una buena percepción exterior
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España pasó de ocupar el puesto 9 en 2024 al 11 en 2025 en el Índice de Confianza para la Inversión Extranjera Directa (IED), elaborado por el Global Business Policy Council de Kearney y presentado este jueves en el Instituto de Estudios Económicos (IEE).
A pesar de la rebaja de dos posiciones, el socio de Kearny Emilio Guevara precisó que “España tiene una gran percepción fuera y muchas empresas punteras en otros países están interesadas”.
Además, recalcó que ocupar la décimo primera posición en un ranking internacional es “un puesto bueno para España”, porque “no hay tantos puestos 11” en los que el país pueda presumir.
Sin embargo, el presidente del IEE, Gregorio Izquierdo, se mostró algo más preocupado, ya que España abandonaba por primera vez en cuatro años el top 10, una cuestión que, a su juicio, se debería revertir.
“Hemos perdido competitividad frente a Estados Unidos y Canadá, pero también frente a competidores europeos como Francia y Alemania”, agregó.
Al margen de las posiciones en el ranking, el 32% de los encuestados encontró España como un país atractivo para invertir por su desempeño económico, seguido de un 29% que destacó su innovación tecnológica y un 26% que apreció la calidad de la infraestructura.
Asimismo, España cuenta a su favor con su localización estratégica, una fuerza laboral altamente cualificada, su clima y su liderazgo en sectores como energías renovables y turismo.
Por el contrario, se mostraron más cautos en lo que respecta a la falta de eficacia de los procesos legales y regulatorios, el grado de protección de los derechos de propiedad, el entorno regulatorio o la falta de incentivos fiscales a la IED.
En este sentido, el informe presentado este jueves advirtió de que las cargas burocráticas, la complejidad de la regulación, la inestabilidad política, la inseguridad jurídica o la elevación de costes empresariales en comparación con otros destinos de inversión están afectando a la posición de España en el ranking.
En cuanto al origen de los flujos, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania figuraron como los principales países inversores. Estados Unidos destacó por un crecimiento sostenido que superó los 6.600 millones de euros anuales.
Por sectores, la IED recayó en la industria manufacturera y las actividades vinculadas a la información y comunicaciones, seguidos por construcción, finanzas, seguros y servicios científicos y técnicos.
Junto con esta diversificación de las ramas que reciben la inversión, también se observó una mayor dispersión por comunidades autónomas. La Comunidad de Madrid concentró más del 64% de la IED en España, por su papel como sede de multinacionales y empresas de servicios, y Cataluña se situó en el segundo lugar, pero empiezan a ganar peso otras regiones como el País Vasco y la Comunidad Valenciana.
El IEE y Kearney recomendaron a España que implemente las mejores prácticas tanto europeas como internacionales, para seguir impulsando su convergencia con economías más competitivas.
Para ello, abogaron reforzar la seguridad jurídica, simplificar el entramado normativo y garantizar un entorno legal estable y transparente, modernizar la legislación sobre inversiones extranjeras, armonizarla con los marcos europeos y evitar políticas intervencionistas, y atraer talento internacional. En materia fiscal, sugirieron establecer una política competitiva que no incremente la carga impositiva y que contemple incentivos específicos para I+D+i y sectores clave.
INCERTIDUMBRE POLÍTICA
El presidente del IEE reconoció que existen algunos factores que lastran la confianza de la IED en España, como la inestabilidad política, un Congreso fragmentado y polarizado y la falta de Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Izquierdo también aludió a los casos de corrupción, que “perjudican la imagen de España”, aunque aclaró que “son puntuales y aislados”.
“La inestabilidad es percibida como algo transitorio por parte de terceros, su impacto es negativo pero limitado. Cuando se plantea como transitorio, la respuesta de la IED no es cambiar de destino, sino aplazar la inversión”, explicó.
No obstante, el presidente del IEE señaló que “sería importante superar los episodios” porque no ayudan a la imagen de España ni a la atracción de inversión, si bien recalcó que “no está siendo un factor determinante para recibir inversión exterior”.
(SERVIMEDIA)
19 Jun 2025
NFA/gja