A través de un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, el Ejecutivo destacó su apoyo al comunicado en el que se expresa una “profunda alarma” por las denuncias de violencia sistemática contra la población civil en Sudán tras la caída de El Fasher en manos de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) y la escalada del conflicto en Darfur del Norte y Kordofán.

La declaración ha sido refrendada por los ministros de Asuntos Exteriores y altos cargos de España, Alemania, Australia, Bélgica, Canadá, la Comisión Europea, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Irlanda, Islandia, Luxemburgo, Noruega, Nueva Zelanda, los Países Bajos, el Reino Unido y Suecia, y cuenta con el apoyo de Austria, Croacia, Chequia, Chipre, Finlandia, Letonia, Polonia, Portugal, Rumanía y Suiza.

Los firmantes se muestran “profundamente alarmados” por los ataques deliberados contra civiles, los asesinatos en masa por motivos étnicos, la violencia sexual relacionada con el conflicto, el hambre como método de guerra y la obstrucción del acceso humanitario, que constituyen violaciones abominables del derecho internacional humanitario.

Si se demuestran, señalan, estos actos constituyen crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad conforme al derecho internacional. Por ello, condenan “en los términos más enérgicos todas las atrocidades”, y exigen el cese inmediato de la violencia.

También reconocen “la importante labor de documentación de la naturaleza de las violaciones cometidas por las RSF en El Fasher”.

Reclaman, además, que se ponga “fin a la impunidad” y se asegure la rendición de cuentas. “La protección y la justicia para el pueblo sudanés no son sólo una obligación legal, son también un imperativo moral urgente”, destacan.

Asimismo, califican de “intolerable” que persistan la hambruna y la inanición generalizadas por las restricciones de acceso a las zonas más afectadas.

Consideran que todas las partes deben respetar el derecho internacional humanitario, “que incluye la obligación de garantizar el paso rápido y sin obstáculos de alimentos, medicamentos y otros suministros esenciales”. También se debe garantizar el paso seguro a los civiles, añaden.

De igual forma, instan a las partes en conflicto a que acuerden un alto el fuego y una tregua humanitaria de tres meses, conforme a lo previsto en la declaración del Cuarteto (Estados Unidos, Egipto, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos).

Finalmente, expresan su preocupación por los intentos de dividir Sudán y reafirman su apoyo a la soberanía, la unidad y la integridad territorial del país, “así como al derecho de su pueblo a vivir en paz, dignidad y justicia sin injerencias externas”.