Los embalses almacenan actualmente 19.368 hectómetros cúbicos (hm3) de agua, 407 menos respecto de la semana pasada, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Ese descenso se produce después de que las precipitaciones de los últimos siete días afectaran considerablemente a la vertiente atlántica y en menor medida a la mediterránea, con el valor máximo en Barcelona, donde se recogieron 51,6 litros por metro cuadrado.

La serie histórica de Transición Ecológica, a la que tuvo acceso Servimedia, indica que la actual reserva de agua embalsada es la segunda más baja desde 1995 en la 42ª semana del año, solo por delante de la de 2022 (31,4%). En cambio, el nivel más alto desde entonces en esta época se produjo en 2013 (66,1%). Esta situación se mantiene desde mediados del pasado mes de junio.

Los niveles más altos de agua en la actualidad corresponden al Cantábrico Oriental (78,1%), el Cantábrico Occidental (70,4%), las cuencas internas del País Vasco (66,7%), el Miño-Sil (56,4%), Galicia Costa (53,4%) y Tinto, Odiel y Piedras (51,1%).

Por debajo del 50% están el Júcar (47,1%), el Tajo (46,0%), el Duero (41,3%), el Ebro (33,3%), el Guadiana (23,5%), el Segura (22,9%), la cuenca mediterránea andaluza (22,5%), las cuencas internas de Cataluña (20,7%), el Guadalquivir (17,9%) y el Guadalete-Barbate (15,1%).

SEQUÍA METEOROLÓGICA

Estos datos de sequía hidrológica se complementan con el hecho de que España continúa en una situación de sequía meteorológica de larga duración -es decir, cuando se acumulan menos lluvias de lo normal en los tres últimos años- desde finales del año pasado.

Además, esta sequía meteorológica es la más duradera en gran parte de la mitad sur peninsular de España y la más intensa en amplias zonas de Cataluña desde al menos 1961, año en que comienza la serie histórica de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).