Así consta en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2023, cuyo apartado dedicado a la Dirección General de Tráfico (DGT) fue explicado este miércoles en el Congreso de los Diputados por Pere Navarro, director general de Tráfico.

Navarro comentó que el presupuesto de la DGT para el próximo año ascenderá a 969 millones de euros, un 0,52% más que en 2022. De ellos, unos 530 millones se reservarán a gastos de personal, capítulo en el que se prevé la incorporación de 114 nuevos agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.

La plantilla de este año es de 8.954 y la de 2023 subirá a 9.068. “Todo enmarcado dentro del plan de acción de personal de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, que pretende alcanzar los 10.000 efectivos en los próximos años”, comentó Navarro.

La última vez que había más de 9.000 guardias civiles de tráfico fue en 2015, con 9.082 efectivos, según datos del Gobierno a los que tuvo acceso Servimedia. Por tanto, ocho años después se superarán los 9.000.

"Quiero verlos más por las carreteras. Si algún director general de Tráfico dice algún día que tiene bastantes guardias civiles de tráfico, no es un buen director general de Tráfico. Hacen falta más guardias civiles de tráfico, cuantos más mejor", recalcó.

Por otra parte, Tráfico reservará el próximo año 7,2 millones de euros en adquirir vestuario y equipamiento para los guardias civiles, menos que en 2022 porque, según Navarro, en este año se ha realizado “un inmenso esfuerzo” con contratos por valor de 22,7 millones de euros para este capítulo.

No obstante, Navarro apuntó que el próximo año “debería ser una realidad” que los motoristas de la guardia civil de tráfico cuenten con airbag en sus vehículos de dos ruedas. “Si queremos promover el airbag en los motoristas, lo primero que tenemos que hacer es dar ejemplo y que sean los policías de tráfico los que nos digan cómo les va”, añadió.

SEGURIDAD VIAL

Por otro lado, la DGT espera destinar el próximo año 843,7 millones de euros a actuaciones relacionadas con la seguridad vial (un 0,6% más que en 2022), lo que supone la cantidad más alta desde 2010, cuando invirtió 849,9 millones antes del estallido de una crisis económica que obligó a recortes posteriores.

Los 843,7 millones de euros en materia de seguridad vial suponen un incremento de un 0,6% en comparación con los 838,7 millones aprobados para 2022. Históricamente sólo ha habido tres ejercicios con más cantidad presupuestada para este capítulo: 2008 (881,0 millones), 2009 (865,5 millones) y 2010 (849,9 millones).

El próximo año descenderán los gastos en productos farmacéuticos y sanitarios, ante la salida de la pandemia de la covid-19, y los de reparaciones y repuestos tras la renovación del parque de vehículos acometida en 2022.

MULTAS

Por otra parte, la DGT prevé recaudar el próximo año alrededor de 366,6 millones de euros en multas y sanciones a los conductores que quebranten las normas de circulación, lo que supone la misma cantidad que en 2022 y la cantidad más alta desde 2014.

Las cuentas estatales de años anteriores indican que la previsión de recaudación por multas de tráfico fue de 322 millones de euros en 2007, aumentó a 360,64 millones al año siguiente y la cifra creció hasta los 432,0 millones de 2010. A partir de entonces, fue descendiendo gradualmente hasta estancarse en 355,9 millones entre 2016 y 2021.

En cuanto a las tasas, el Gobierno calcula que los ciudadanos pagarán en 2023 alrededor de 610,3 millones de euros, un 0,3% más que en 2022. Es probablemente la cantidad más elevada de la historia, teniendo en cuenta que el actual parque de vehículos es el más voluminoso desde que hay datos.

La DGT gestiona un censo de 27 millones de conductores y un parque de 35 millones de vehículos. Cada año matricula 1,3 millones de vehículos, el cambio de titularidad de cuatro millones de vehículos y tramita la baja de un millón, además de expedir unos 800.000 nuevos permisos de conducir y de renovar 3,2 millones de carnés de conducción.