Así se desprende del informe ‘Infraestructuras críticas inundables en España’, elaborado por el Observatorio de Sostenibilidad (OS) y en el que se detallan, cuantifican y clasifican las instalaciones, los servicios y los edificios situados en las superficies inundables a partir de datos oficiales del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico asociados al segundo ciclo de planificación hidrológica.

El estudio, difundido este lunes y a solo dos días del primer aniversario de la catastrófica dana de Valencia, apunta que existen 10.197 instalaciones localizadas en el interior de la lámina de inundación con recurrencia de 500 años, de las cuales el 71% se encuentran en una situación de peligrosidad muy grave (sobre todo en Cataluña, con un 37% del total nacional, y Galicia, con un 16%), un 13% en situación grave y un 16% en situación leve.

POBLACIÓN VULNERABLE

Si se tienen en cuenta las infraestructuras críticas, la muestra se reduce a 4.340. De ellas, 1.994 se refieren a poblaciones vulnerables (1.126 centros escolares, 420 residencias de ancianos, 232 centros de educación infantil, 189 campings y 27 centros de educación especial).

Otros 1.152 puntos son de servicios básicos e industrias, como 455 centros industriales, 415 subestaciones de energía y 282 de abastecimiento e infraestructuras de aguas.

Un total de 534 están relacionados con la seguridad ambiental, como 375 instalaciones de depuración de aguas residuales, 82 instalaciones radiactivas y 77 instalaciones químicas afectadas por la Directiva Seveso, que presentan elevado riesgo de contaminación por radioactividad o residuos tóxicos y peligrosos;

Otras 283 se refieren a la seguridad del Estado (116 cuarteles de la Guardia Civil, 114 comisarías de policías nacionales, 51 instalaciones de bomberos y 2 ayuntamientos).

El transporte contribuye con 262 puntos (155 infraestructuras viarias y centros de transporte, 90 estaciones de autobuses, 13 aeropuertos y 4 estaciones de ferrocarril). Y la salud aporta otros 115, entre ellos 112 hospitales y 3 centros de salud.

TRABAJAR MÁS

Pues bien, 2.673 infraestructuras críticas se encuentran en riesgo muy grave de riesgo de inundación. El OS considera que se debería trabajar “más intensamente” en esos lugares y por este orden: poblaciones vulnerables, seguridad del Estado, salud, seguridad ambiental, servicios básicos e industrias, y transporte.

De esas 2.673 infraestructuras críticas calificadas en riesgo muy grave de inundación, el 56% afecta a poblaciones vulnerables, un 17% al medio ambiente, un 12% se refiere a servicios básicos e industria, un 9% a seguridad del Estado y un 3% tanto a salud como a medios de transporte.

RECOMENDACIONES

Por otro lado, el informe indica que las grandes inundaciones ocasionan “importantes pérdidas” de vidas humanas, ecológicas y económicas. ”Este fenómeno meteorológico extremo, unido a la falta de planificación, se ha convertido en el mayor riesgo asociado al cambio climático en España”, sentencia.

El informe incluye un decálogo de recomendaciones, entre ellos establecer sistemas de alerta temprana con protocolos “claros y estrictos” de cumplimiento preventivo, y poner en marcha la etiqueta de calificación de edificaciones e infraestructuras críticas frente al riesgo de inundaciones.

Además, el OS aconseja diseñar y ejecutar el retranqueo o alejamiento de la superficie urbanizada en las zonas de riesgo más elevado en núcleos urbanos y otras zonas edificadas, así como paralizar nuevas construcciones y revisar planes urbanísticos ya aprobados para impedir construir en las zonas de riesgo.

Otras propuestas son crear infraestructuras sostenibles que sustituyan y adapten las actuales, especialmente las más críticas, como plantas de abastecimiento, depuración, alcantarillado, telecomunicaciones, vías de comunicación, subestaciones, redes de energía y hospitales, e implantar medidas de protección para los sectores sociales más vulnerables, como calles y barrios enteros más desfavorecidos que se encuentran en zonas de mayor riesgo, reubicaciones, adaptación de bajos, etc.

La gestión integral de las cuencas hidrográficas e implantar soluciones basadas en la naturaleza aguas arriba en los puntos críticos, parques inundables, reforestación, la ampliación de meandros, la restauración de riberas, etc., y obligar a la rendición de cuentas en las políticas públicas implantadas son otras recomendaciones.

El listado se completa con establecer planes obligatorios de riesgo de inundación con participación pública y planificar con el escenario de cambio climático para afrontar con eficacia el aumento de fenómenos meteorológicos extremos.