El estudio, difundido este viernes, señala que los ciudadanos que viven en régimen de propiedad dedican el 14% de sus ingresos al pago de la misma -en el 2020 era el 15%- y quienes optan por vivir de alquiler invierten el 35% -en el 2020 era el 32%-. "Aunque los ingresos familiares han crecido y los tipos fijos provocan que el esfuerzo de las familias sea cada vez menor, el alquiler se ha encarecido”, explicó el portal inmobiliario.

La ciudad de Oviedo es el único lugar en el que el esfuerzo para comprar una vivienda se mantuvo estable en relación con el 2020 y en Málaga este dato se redujo un 3%. En cuanto al alquiler, las cifras de esfuerzo subieron en todos los sitios salvo en Melilla. El mayor incremento se produjo en Palma y San Sebastián, donde las familias tuvieron que aportar el 32% de los ingresos, un 4% más que en 2020. Le siguen Bilbao (del 27% al 31%) y Las Palmas de Gran Canaria (de 25% al 29%).

Barcelona es la ciudad líder en diferencia de esfuerzo de quienes alquilan ahora una vivienda en comparación con los que lo hicieron en el 2020, con un 15% más de ingresos mensuales destinado a esta causa.

La situación es similar en Palma y Valencia (13% más), así como en Segovia o Málaga (11% más). En Madrid el mercado exige nueve puntos más a las familias que necesitan una casa nueva frente a las que ya iniciaron un alquiler.

Por último, el estudio apunta que Pamplona, Vitoria y Huesca son las únicas capitales en las que el esfuerzo de quienes alquilaron en 2020 es mayor del que tendrían que hacer hoy en día.