Estos datos suponen un aumento de casi el 17 por ciento con respeto al gasto que realizaron los españoles en comprar y alquilar películas de vídeo en 1991, que no llegó a los 30.000 millones de pestas.

Los españoles prefieren alquilar películas de vídeo a comprarlas, algo muy lógico si se tiene en cuenta que el alquiler es mucho más barato. Así, de los 35.000 millones de pesetas gastados en 1992, 25.000 correspondieron al alquiler de películas y los 10.000 restantes a la compra de películas.

Tanto el alquiler como la compra de películas aumentó con respecto a 1991. Ese año los españoles gastaron 22.000 millones en alquilar películas de vídeo y cerca de 7.000 millones en comprar películas. Según Galtés, fue en los años 80 cuando se registró un mayor consumo de películas de vídeo, pero la aparición de las televisiones privadas y la consiguiente mayor competitividad ocasionó una ligera caída de la compra y alquiler de películas de vídeo en estos últimos años.

Sin embargo, en 1992 ha vuelto a aumentar el consumo de películas de vídeo y la Unión Videográfica Española, que agrupa a la mayor parte de las editoras de vídeo que operan en España, tanto nacionales como multinacionales, esperaque en 1993 siga incrementándose.

MERCADO ESTABILIZADO

Para este año, Galtés prevé que el gasto de los españoles en alquilar y comprar películas de vídeo se sitúe en unos 38.000 millones de pesetas, lo que supondría un incremento del 8,5 por ciento respecto a 1992.

Galtés explicó a esta agencia que en 1993 se registrará un ligero incremento, porque "estamos ya en un mercado muy estabilizado, como es el mercado del ocio, y donde hay una gran competencia".

Según Galtés, la recaudación por veta y alquiler de películas de vídeo ha superado a la de los cines, lo que, en su opinión, "no es nada raro, ocurre en muchos países, porque las películas de vídeo son más baratas y es más cómodo verlas en casa".

Para el secretario general de la Unión Videográfica Española, "el vídeo es algo que ya ha calado en la sociedad española y del que es muy difícil prescindir". Esta asociación estima que actualmente cerca de seis millones de hogares españoles cuentan con vídeo.

La práctica de la "piratería es importante en el sector del vídeo. El año pasado, la "piratería" ocasionó un perjuicio a los productores cinematográficos que distribuyen películas de vídeo, cine y televisión cifrado en unos 7.500 millones de pesetas, según datos de la Federación Antipiratería.

El mayor fraude se registró en la emisión de películas en las televisiones locales, que están sin regular, con un total de 4.500 millones de pesetas. El resto corresponden a copias ilegales de películas (2.500 millones) y a emisiones no auorizadas en los autobuses de películas de vídeo (unos 500 millones).