Sin embargo, en España se usa este medio de pago en tiendas entre tres y cuatro veces menos que en el resto de Europa, probablemente porque en esos países hay muchos menos cajeros automáticos que en España, donde hay 55.400, la red más densa de la Unión Europea.

Además de las tarjetas clásicas de entidades financieras,equipos de fútbol, colegios profesionales, empresas privadas, gasolineras, compañías aéreas, ONGs y hasta sindicatos disponen de su propia tarjeta.

El Real Madrid ofrece la Tarjeta Banesto-Real Madrid, con una remuneración de dos euros por cada gol que marque en Liga el equipo, y el Barcelona ofrece la Tarjeta Visa Bar‡a a través de La Caixa, que permite entre otras cosas aplazar el pago del abono u obtener puntos para canjearlos por regalos.

El Banco Popular tiene acuerdos firmados con el Colegio de Médicos, profesionales de la enseñanza, Euroenfermería, Colegio de Abogados, arquitectos técnicos, farmacéuticos y veterinarios.

Asimismo, prácticamente todas las grandes cadenas comerciales, tanto de supermercados como del sector textil, cuentan con su propia tarjeta de compra. El Corte Inglés es la empresa que más tarjetas de este tipo ha emitido: cerca de 7 millones.

Por último, están las tarjetas 'revolving', que son en realidad créditos al consumo encubiertos, según Ausbanc, ya que, aunque los clientes pueden aplazar el pago de sus compras mediante el abono de una cuota mensual, es decir, una especie de tarifa plana, el tipo de interés del crédito puede ser bastante superior al de un crédito al consumo.

De todas formas, de los 10 millones de financiaciones en el punto de venta que se realizan cada año en España, sólo el 3%, según un estudio de Tatum, se realiza vía tarjeta, frente al 34% de los Estados Unidos. Para controlar estos créditos y evitar que las familias se endeuden en exceso, en el Reino Unido se han tomado medidas extremas, como la prohibición de tener más de seis tarjetas por persona.