Este es uno de los datos que recoge el estudio presentado hoy en un almuerzo co periodistas organizado por Aproafa, asociación que integra al Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (Fefe) y la Federación de Empresas de Distribuidores Farmacéuticos (Fedifas).

Según el estudio, la valoración global que hacen los españoles de la oficina de farmacia a la que acuden habitualmente es "muy buena", obteniéndose una puntuación de 8,11 sobre 10. Entre los aspectos que más aprecian los ciudadanos de los profesionales de la botica estacan la profesionalidad, el servicio y atención al usuario, la cercanía y la disponibilidad de medicamentos.

Asimismo, la apertura horaria, el consejo sanitario y el seguimiento de las enfermedades son los puntos mejor conceptuados en los municipios con menos de 10.000 habitantes.

Si se compara el colectivo farmacéutico con otros profesionales sanitarios, como médicos, veterinarios y personal de enfermería, los españoles realizan valoraciones favorables de todos ellos, siendo los farmacéuticoslos que logran la calificación más elevada.

Por otra parte, este estudio refleja que cuando se compra un medicamento, el farmacéutico suele informar sin que le pregunten, sobre todo en lo relacionado con la posología, la efectividad y las interacciones con otros productos.

Sobre el modelo de distribución, la mayoría de los consultados (87,1%) considera "imprescindible" que la venta de medicamentos la realice una persona cualificada (el farmacéutico). También un amplio porcentaje (90,6%) afirma qu los medicamentos sólo se pueden vender en farmacias, si bien ya hay un 40% que opina que acabarán vendiéndose en otro tipo de establecimientos.

Según el presidente del Consejo General de Farmacéuticos, Pedro Capilla, la oficina de farmacia es un servicio que funciona "razonablemente bien", aunque siempre puede estar sujeto a mejoras.

No obstante, lamentó que en los últimos tiempos esté siendo "tan cuestionado", primero por las tentaciones "estatalizantes" y ahora por las "liberalizantes".

E este sentido, mostró su preocupación ante la posibilidad de que se liberalice el modelo de farmacia actual. "Todo es posible", dijo, al tiempo que advirtió: "Estoy seguro de que el día que ocurriera eso, antes o después se volvería al modelo actual".

"Nos preocupa lo que se pueda hacer, pero ningún dato avala la bondad de un modelo farmacéutico distinto del actual", concluyó.