Espelosín no pudo optar a formar parte de las candidaturas del PSOE en el Ayuntamiento o la Comunidad de Madrid al ser desaconsejado su nombre por el Comité de Etica, que dirige Tomás de la Quadra Salcedo. Espelosín es el representante legal de los titulares del derecho de reversión sobre los terrenos de la denominada "Operación Chamartín", en los que la Comunidad de Madrid quiere poner en marcha un proyecto urbanístico.

En su artículo, Espelosín asegura qu comparte el propósito de que la Administración Pública esté integrada por hombres honrados. Pero se pregunta "si tan nobilísimo fin puede justificar la implantación de nuevos tribunales inquisitoriales que organicen, con ausencia de cargos, presunción de culpabilidad, secreto de actuaciones e invocación de 'código no escrito', auténticos Autos de Etica seguidos por condenas en la hoguera de la opinión pública de aquellas personalidades que, simplemente, no convenga que vayan en una lista electoral".

n su opinión, "como en el caso de los antiguos conversos, también aquí se puede trabajar a favor de opinión pública, acusando al reo de tener rentas o patrimonios superior a la media, circunstancia especialmente odiosa en nuestra idiosincrasia, independientemente de su origen".

Espelosín añade que, en esa estrategia, no se duda en poner en entredicho "la veracidad del Registro de la Propiedad, suponiendo falsedad en sus documentos públicos", o en pedir a los potenciales candidatos la declaración de larenta de su madre.

Tampoco se debería, a su juicio, "reclamar a nadie su opinión sobre la casa de otros, ni sobre los adornos que suelen usar sus mujeres y pretender constituir con ello pruebas de cargo para nadie. Ni, mucho menos, indagar sobre el número de cuartos de baño de la vivienda, o el consumo de agua de la misma. Y se hacen también estas cosas".

"Ni se debe tampoco", añade, "requerir a nadie que ponga la mano en el fuego por nadie, porque tal práctica fue abolida hace siglos y porque laConstitución española de 1978 la pone por todos los españoles hasta que se demuestre su culpabilidad".

Espelosín, que no cita en ningún momento al Comité de Etica del PSOE, aunque se refiere implícitamente a él en todo momento, señala también que "el miedo lo consiguen con una acertada dosificación de secreto en el trámite y filtración interesada a algún medio de comunicación de que se sigue ese procedimiento".

"No hay papeles, no hay acusación formal de la que defenderse. Sólo hay el conocimient de que unos hombres justos sospechan de alguien, y eso es suficiente para poner una cruz en la fama de la persona designada, como antes se le ponía un sambenito, o en tiempos más modernos, una estrella en el pecho. El reo ya está marcado", concluye.