Salud

La esperanza de vida mundial sube más de 20 años respecto a 1950

- Pero aumentan las muertes de adolescentes y jóvenes en América y África subsahariana, según un nuevo estudio

MADRID
SERVIMEDIA

La esperanza de vida al nacer en el mundo es más de 20 años superior respecto a la de 1950 y la tasa de mortalidad estandarizada por edad ha descendido un 67%, pero suben las muertes entre los adolescentes y los adultos jóvenes.

Así se desprende del último estudio sobre la Carga Global de Enfermedad (GBD, por sus siglas en inglés), publicado este domingo en la revista ‘The Lancet’ y presentado en la Cumbre Mundial de la Salud, que se inauguró este domingo en Berlín (Alemania).

Las enfermedades no transmisibles representan ahora casi dos tercios de la mortalidad y morbilidad totales en el mundo, con la cardiopatía isquémica, el accidente cerebrovascular y la diabetes a la cabeza.

La mitad de la carga de enfermedades del mundo es prevenible y está impulsada por 88 riesgos modificables, entre ellos la hipertensión arterial, la contaminación del aire, el tabaquismo y la obesidad.

NUEVOS DESAFIOS

Además, la carga de los trastornos mentales sigue aumentando en el ámbito global. La ansiedad y la depresión incrementan la muerte y la discapacidad en un 63% y un 26%, respectivamente.

“El rápido crecimiento de la población mundial que envejece y la evolución de los factores de riesgo han dado paso a una nueva era de desafíos para la salud global”, según Christopher Murray, director del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME, en inglés) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington (Estados Unidos).

El equipo de Murray en el IHME y una red de 16.500 investigadores recopilaron y analizaron datos, y desarrollaron estimaciones para 375 enfermedades y lesiones, y 88 factores de riesgo por edad y sexo en los ámbitos mundial, regional y nacional para 204 países y territorios, y 660 ubicaciones subnacionales de 1990 a 2023.

Ello convierte al GBD en la investigación más completa que cuantifica la pérdida de salud en tres áreas (análisis demográfico, causas de muerte y carga de enfermedades, lesiones y factores de riesgo). Los autores emplearon más de 310.000 fuentes de datos, un 30% de ellas nuevas para el estudio de este año.

Los investigadores estiman que casi la mitad de todas las muertes y discapacidades podrían prevenirse modificando algunos de los principales factores de riesgo, como la reducción de los niveles altos de azúcar en sangre y el índice de masa corporal (IMC) elevado.

ANÁLISIS DEMOGRÁFICO

Según el estudio, la esperanza de vida mundial en 2023 fue más de 20 años mayor en comparación con la de 1950 y volvió a los niveles prepandémicos, con 76,3 años para las mujeres y 71,5 para los hombres.

No obstante, hay marcadas diferencias geográficas, con una esperanza de vida que oscila entre los 83 años en las regiones ricas y los 62 años en el África subsahariana.

Pese al crecimiento y el envejecimiento de la población, la tasa de mortalidad estandarizada por edad bajó un 67% y los 204 países y territorios registraron descensos.

Sin embargo, el mundo enfrenta una crisis emergente de tasas de mortalidad más altas en personas de 20 a 39 años con altos ingresos en América del Norte entre 2011 y 2023, sobre todo por el suicidio, la sobredosis de drogas y el consumo excesivo de alcohol.

Las muertes de niños y adolescentes de 5 a 19 años se incrementaron en Europa del este, América del Norte y el Caribe.

La mortalidad infantil en niños menores de cinco años disminuyó más que en cualquier otro grupo de edad entre 2011 y 2023, sobre todo en Asia oriental (-68%), gracias a una mejor nutrición, las vacunas y sistemas de salud más sólidos.

Las muertes en niños de 5 a 14 años en el África Subsahariana entre 1950 y 2021 fue mayor de lo estimado previamente debido a las altas tasas de infecciones respiratorias y la tuberculosis, otras enfermedades infecciosas y lesiones accidentales.

La mortalidad en mujeres jóvenes de 15 a 29 años en África subsahariana resultó ser un 61% mayor de lo estimado previamente, debido a las muertes maternas, los siniestros de tráfico y la meningitis.

CAUSAS DE MUERTE

Por otro lado, las causas de muerte están cambiando de las enfermedades infecciosas a las no transmisibles, lo que genera nuevos desafíos para la salud mundial, en particular para los países pobres.

Tras ser la principal causa de muerte en 2021, la covid-19 descendió al 20º puesto en 2023, cuando la cardiopatía isquémica y el ictus ocuparon el primer puesto, seguidos de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, las infecciones de las vías respiratorias inferiores y los trastornos neonatales.

Desde 1990, las tasas de mortalidad por cardiopatía isquémica y por ictus han disminuido, al igual que las enfermedades diarreicas, la tuberculosis, el cáncer de estómago y el sarampión.

Por el contrario, durante el mismo período, la tasa de mortalidad aumentó por diabetes, enfermedad renal crónica, enfermedad de Alzheimer y VIH/sida.

La probabilidad de morir antes de los 70 años por cualquier causa disminuyó en cada región entre 2000 y 2023, con los trastornos por consumo de drogas como una de las principales causas.

En África subsahariana, la probabilidad aumentó para muchas enfermedades no transmisibles y la edad media de fallecimiento por ellas fue menor de lo esperado.

FACTORES DE RIESGO

Por otra parte, las enfermedades no transmisibles causaron casi dos tercios del total mundial de muertes y discapacidades. Las tres principales causas fueron la cardiopatía isquémica, el accidente cerebrovascular y la diabetes.

Entre 1990 y 2023, la tasa estandarizada por edad de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD, por sus siglas en inglés) se redujo un 36%. Esta mide el total de años de vida sana perdidos mediante el análisis de los años perdidos por muerte prematura y los años vividos con discapacidad.

Entre 2010 y 2023, las tasas de AVAD para enfermedades transmisibles, maternas, neonatales y nutricionales se redujeron casi un 26%. Esto se debió principalmente a la reducción a la mitad de las tasas de enfermedades diarreicas, una disminución de un 43% en las tasas de VIH/sida y una bajada de un 42% en la tuberculosis.

Casi la mitad de la mortalidad y morbilidad mundial en 2023 se atribuyó a 88 factores de riesgo modificables. Los 10 con mayor proporción de pérdida de salud fueron la hipertensión arterial sistólica, la contaminación por partículas en suspensión, el tabaquismo, la glucemia plasmática alta en ayunas, el bajo peso al nacer y la gestación corta, el IMC alto, el colesterol LDL alto, la disfunción renal, el retraso del crecimiento infantil y la exposición al plomo.

La eliminación del plomo del combustible ha contribuido a una disminución sustancial de la exposición a lo largo de los años, pero sigue siendo un contaminante ambiental común que se puede encontrar en la pintura de edificios antiguos, suelos contaminados, el agua y muchos utensilios de cocina.

Los riesgos sensibles al clima, como la contaminación atmosférica y el calor, siguen teniendo un impacto cada vez mayor en la salud mundial. Las tasas de AVAD para el segundo riesgo más importante (la contaminación del aire) fueron más altas en las regiones de Asia meridional, África subsahariana, África del norte y Oriente Medio.

Por último, los trastornos de salud mental aumentaron considerablemente, con un incremento del 63% en los trastornos de ansiedad y de un 26% en los trastornos depresivos. Además, se identificó que el abuso sexual y la violencia de pareja contribuyen de forma prevenible a la depresión, la ansiedad y otras consecuencias para la salud.

(SERVIMEDIA)
12 Oct 2025
MGR/mmr