Con esta decisión, el Gobierno ha dado un "balón de oxígeno" a estas instituciones para facilitarles el cumplimiento de las funciones público-administrativas y los servicios que tienen encomendadas por ley, y cuya financiación puede verse dificultada por la negativa de algunas empresas a pagar las cuotas.

El motivo de esas dificultades vendría dterminado por el recurso presentado ante los tribunales contra la nueva Ley de Cámaras, en la que se las reconoce como corporaciones de derecho público.

Esta fue la razón por la que el Tribunal Constitucional alegó en la ley anterior de 1911 para negarles el derecho al cobro de cuotas. A pesar de llo, las mismas empresas que ganaron el caso, han vuelto a recurrir.

El presupuesto total de las Cámras de Comercio para 1995, incluida la autofinanciación por servicios prestados, es de 15.000 millones e pesetas. En la actualidad están pagando la cuota entre un 50 y un 70 por cien de las empresas, sobre unos ingresos por este motivo que rondan los 12.000 millones anuales, con una cuota media de 2.000 pesetas al año.