Esteve, que mantuvo hoy una reunión con el presidente de la Generalitat y de Convergència, Jordi Pujol, para abordar esta cuestión,dijo a la salida del encuentro que la intención de su partido no era captar militantes de su socio, porque las cartas fueron enviadas a un total de 10.000 personas que habían actuado como interventores de la coalición en distintas elecciones.

En este sentido, destacó que "desde Convèrgencia no acostumbramos a facilitar información, ni el partido, ni yo como secretario general, que pueda dar la imagen de desunión" de CiU, y lamentó la trascendencia que ha tenido en la opinión pública lo que calificó de"un simple incidente".

Pere Esteve defendió el uso correcto que su formación política hace de las campañas para captar militantes y aseguró que piensa exponer estos hechos ante el secretario general de Unió y consejero de Trabajo de la Generalitat, Ignasi Farreres, en una reunión que ambos mantendrán mañana para hablar de esta cuestión.

Farreres, por su parte, declaró este fin de semana sentirse dolido por el envío de las cartas a un total de 188 militantes de su partido y recordó que CDC no ignoaba que entre las 10.000 personas a las que les fueron remitidas había numerosas afiliadas a Unió.