Día Internacional de los Trabajadores

El estrés o las condiciones físicas “duras o incómodas” están entre los “desencadenantes” del consumo de drogas en el trabajo

- Según el Observatorio Europeo de Drogas, que muestra su "preocupación" por el efecto del trabajo precario o el teletrabajo
- Además, alerta del uso de medicamentos como el modafinilo para la mejora cognitiva

MADRID
SERVIMEDIA

El estrés, las condiciones físicas “duras o incómodas”, la baja satisfacción, los horarios irregulares, el trabajo por turnos, la percepción de bajo apoyo social de los colegas o la poca libertad para tomar decisiones son algunos de los factores “desencadenantes” del consumo de drogas en el entorno laboral para “manejar las presiones y tensiones”.

Así lo revela el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) en su guía titulada ‘Lugares de trabajo y drogas: respuestas sanitarias y sociales’, que alerta de que el uso de fármacos como el modafinilo o el metilfenidato para mejorar la función cognitiva, o de 'micro-dosis' de alucinógenos como LSD (dietilamida del ácido lisérgico) para aumentar la creatividad, pueden convertirse en un “problema creciente” en el lugar de trabajo.

El observatorio recuerda que, según diversas encuestas, es “probable” que una proporción “significativa” de trabajadores en Europa tenga problemas asociados con el consumo de alcohol o drogas y que entre el 5% y el 20% de la población activa del continente sufre “problemas graves” relacionados en concreto con el consumo de alcohol, si bien las drogas ilícitas y algunos medicamentos recetados suponen “nuevos desafíos”.

En paralelo, el organismo subraya que el uso de sustancias puede tener una variedad de consecuencias para los empleados que son “muy relevantes” en industrias como la construcción, el transporte, la energía o los servicios financieros y que, en general, incluyen aumento de las tasas de accidentes y lesiones y de ausentismo y comportamiento “inapropiado”, además de una posible carga económica para los empleadores.

Entre las ocupaciones con “más probabilidades” de estar vinculadas al consumo de sustancias destaca los conductores de camiones que recorren largas distancias y necesitan permanecer despiertos y mantener la concentración “durante largos y monótonos períodos de conducción”, por lo que “pueden correr un mayor riesgo de consumir drogas estimulantes”.

Junto a ellos, los médicos y otros profesionales de la salud pueden ser “vulnerables” a los problemas de adicción debido al fácil acceso a los medicamentos, además de sus “largos turnos y estrés en el trabajo”, según el observatorio, que también cita a trabajadores en entornos “de alta presión, competitividad o intimidación”, como académicos y abogados, que pueden usar una gama de potenciadores cognitivos para “mejorar la productividad o superar el desfase horario”.

Tras mostrar su “preocupación” por las implicaciones en este ámbito del aumento del trabajo precario o el teletrabajo, el documento insiste en que la oficina también “brinda oportunidades” para la educación sanitaria sobre las drogas y para “identificar” a las personas que tienen problemas con el consumo y tiene un “papel potencial” en el apoyo a la “reintegración social de las personas con antecedentes de problemas de drogas”.

En este sentido, la guía urge a apoyar a los empleados con problemas de uso de sustancias y a implementar medidas de prevención a través de planes de información, educación y capacitación que aborden los problemas del alcohol y las drogas, “preferiblemente como parte de programas más amplios de promoción de la salud”.

Asimismo, sugiere la realización de pruebas de drogas en industrias “críticas” para la seguridad y la puesta en marcha de intervenciones para identificar a los empleados que experimentan problemas relacionados con las sustancias y para brindarles apoyo, incluyendo su remisión a programas de rehabilitación.

Además, aboga por “explorar” los factores a nivel organizacional que pueden “contribuir” a los problemas relacionados con las drogas y ofrecer oportunidades de empleo a personas con antecedentes de consumo.

“El estigma asociado, en particular, con el consumo problemático de drogas puede representar una barrera importante para el empleo, que es la piedra angular de la reintegración”, concluye la guía, que defiende que la incorporación a la plantilla de personas con antecedentes rehabilitadas “produce beneficios tanto para la organización como para el individuo en cuestión”.

(SERVIMEDIA)
01 Mayo 2022
MJR/gja/mjg