Se trata de Sabino Usandizaga Galarraga, Jesús María Uribetxeberría Bolinaga, José Luis Eróstegui Bidaguren, José Miguel Gaztelu Otxandorena y Javier Ugarte Villar. En 1998, la Sala delo Penal de la Audiencia Nacional condenó a cada uno de estos cuatro últimos miembros de ETA a 32 años de cárcel por su participación en el secuestro de Ortega Lara.

En una sentencia hecha pública hoy, los magistrados consideran probado que los cinco terroristas mencionados recibieron órdenes de la dirección de ETA para construir una fábrica en Mondragón para elaborar piezas e instrumentos de los utilizados por la banda terrorista.

La construcción comenzó a medidados de 1987, pero fue en el veran de 1988 cuando los cinco terroristas comenzaron a construir un 'zulo' para ocultar las numerosas armas y los explosivos que les enviaba ETA. El agujero se utilizaría más tarde para secuestros como el de Ortega Lara.

El 1 de julio de 1997 la Audiencia Nacional ordenó la entrada y registro de la nave industrial, tras lo cual se liberó a Ortega Lara, se encontraron armas, explosivos, documentos e intrumentos para la fabricación de granadas y otros artefactos. Además, se detuvo a los cinco terroristas ahra condenados.

Los magistrados consideran que cada uno de estos cinco terroristas es culpable de un delito de pertenencia a banda armada, otro de depósito de armas de guerra y otro de tenencia de explosivos, por lo que les impone individualmente un total de 36 años de cárcel.