Según la banda etarra, su propósito era dar cuenta al dirigente nacionalista "de la voluntad y la línea de ETA para lograr la libertad de Euskal Herria y la resolución del conflicto".

El comunicado, que no hace referencia a los interlocutores por parte de los terroristas, explica que en el encuentro se informó a Carod-Rovira de la visión de la banda sobre "las relaciones entre los pueblos oprimidos", asunto respecto al ual la organización criminal hará en el futuro "una reflexión más completa".

Asimismo, ETA asegura que "el hecho de que se haya vulnerado la discreción de la reunión es contrario a nuestra voluntad", y apunta en este sentido que la "responsabilidad absoluta" es atribuible "al Gobierno español y a los servicios del Estado español".

Al mismo tiempo, los terroristas critican lo que llaman "hipocresía de aquellos que niegan haber tenido contacto con ETA y ahora aplauden el modo de proceder de ERC". Por último, en el pronunciamiento de la banda se defiende el diálogo y se afirma que "aquellos que intentan castigar el hecho de dialogar, debatir, contrastar opiniones o lograr acuerdos con ETA cierran la puerta a la solución y a la paz".