En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal señala que, a primeras horas del día del atentado, Kepa del Hoyo abrió con un destornillador el coche de la víctima para que otros dos terroristas colocase una bomba-lapa bajo el asiento del conductor, mientras él vigilaba, a fin de que nadie les viese.

El artefacto explotó sobre las 9 de la mañana, cuando el policía puso en marcha el vehículo, en el barrio bilbaíno de Santutxu. La deflagración terminó al instante con la vida del poliía y ocasionó daños materiales por valor de 5.517.767 pesetas.

El fallecido, que prestaba servicio en la Audiencia Provincial de Vizcaya, tenía 33 años, estaba casado y era natural de la localidad vizcaína de Baracaldo. Había ingresado en el Cuerpo Nacional de Policía en 1989.

El fiscal considera que la actuación del terrorista Kepa del Hoyo, miembro de ETA desde 1995 e integrante del "comando Vizcaya", es constitutiva de un delito de asesinato terrorista, por lo que solicita 30 años de prisión pra el procesado.

Además, la Fiscalía de la Audiencia Nacional pide que el terrorista pague a los herederos de la víctima una indemnización de 50 millones de pesetas.

Kepa del Hoyo ya fue condenado en octubre de 1999 a 25 años de prisión por el asesinato del policía nacional Daniel Villar Enciso, ocurrido en Basarui (Vizcaya) en 1997. La Audiencia Nacional consideró probado que el terrorista facilitó la información necesaria para perpetrar el atentado contra este agente.