Fuentes oficiales atribuyen a la infraestructura del "Comando Vizcaya" el atentado frustrado y no descartan que se trate de los mismos terroristas que el pasado 18 de junio intentaron, también sin éxito, acabar con la vida de un miembro del Cuerpo Nacional de Policía.

En aquella ocasión, un fallo en el sistema de explosión de la bomba hirió al policía, aunque a punto estuvo de provocar una masacre, ya que el agente recorrió 16 kilómetros con el atefacto bajo el asiento de su vehículo.

El artefacto hallado hoy en el coche del guardia civil estaba colocado bajo el asiento del vehículo, que se encontraba aparcado en la calle Iturribide de la capital vizcaina.

Tras comunicar el agente sus sospechas, artificieros del instituto armado consiguieron desactivar la bomba, que contenía cerca de un kilo de explosivo y disponía de un dispositivo electrónico de activación.