Los euros ya están disponibles en los bancos y oficinas de cambio de esos tres paises y de cerca de cuarenta paises terceros, en los que la llegada de la nueva moneda ha suscitado gran curiosidad.

En los Países Bajos e Irlanda, el paso al euro está a punto de finalizar y la circulación de la moneda nacional es ya sólo residual. Lo mismo debería suceder en el conjunto de los Estados participantes de aquí al final de la semana, de modo que a finales de enero todos los cjeros automáticos y máquinas de monedas estarán en condiciones de funcionar normalmente con euros.

La situación en cuanto al transporte de fondos sigue siendo compleja en numerosos Estados participantes. La fuerte demanda de euros, sumada a la devolución muy rápida de las antiguas monedas nacionales, tiende a crear un problema de almacenamiento, sobre todo de las monedas nacionales. Esta acumulación de los depósitos conduce a veces a retrasos en las recogidas de efectivo en los bancos y comercios.

Las dificultades de suministro de la nueva moneda en los comercios han desaparecido gracias a la rotación de los billetes y monedas empleados por los consumidores en sus compras.