La confianza en la UE ha aumentado cinco puntos porcentuales, más de la mitad que en la primaera pasada, que coincidió con la crisis y la dimisión en pleno del Ejecutivo presidido por Jacques Santer.

En algunos países el aumento ha sido mayor del 10%: en Irlanda y Dinamarca, de un 16%; en Suecia, de un 15%, y en Portugal y Austria, de un 11%.

En el conjunto de la Unión los ciudadanos continúan prefiriendo al Parlamento Europeo, que ha tenido un aumento de confianza del 3%, alcanzando el 53%, frente al 45% logrado por la Comisión.

En cuanto a las políticas europeas, 5 de cada 10 ciuddanos están de acuerdo con las reformas administrativas realizadas en el seno de la Unión, 7 de cada 10 consideran que la UE debería tener una política común de seguridad y defensa y más de 6 de cada 10 apoyan una política exterior común. La misma proporción de encuestados (6 de cada 10) defendió la moneda única.