"Contemplamos la situación con serenidad", agregó Jáuregui, antes de argumentar que las bases de la política de entendimiento con el PNV habían resultado "seriamente deterioradas en los últimos meses y en particular en los últimos días, no solamente porque el PNV había optado por una política de entendimiento con HB en los apoyos parlamentarios, que resulta incompatible con el pacto de gobierno con los socialistas vascos, sino también porque sus ecisiones de blindar el diálogo con HB a los acontecimientos terroristas, como el ocurrido en Rentería el jueves pasado, resultan sencillamente imposibles de tolerar desde la coalición electoral del Partido Socialista con el PNV", dijo el dirigente socialista.

Por ello, "creíamos que era obligado y exigible que el PNV hiciera un gesto de recomposición y de reconducción de la situación. No lo ha tenido, y el corolario lógico de esa actitud es que abandonemos el Gobierno vasco", agregó.

Jáuregui rehazó las acusaciones de electoralismo que les han hecho otras fuerzas políticas. "Más que electoralismo, lo que hay es una decisión del partido de plantear a la opinión pública vasca una especie de sacudida socio-política sobre el estado de las cosas en la política vasca".

En este sentido, explicó que "la política vasca está sometida a una enorme confusión, presidida por una especie de estancamiento general en todo: el pacto de Ajuria Enea, el documento Ardanza, las relaciones del PNV con HB, el conflcto entre el PNV y el PP en la gestión de la política de pacificación, y una nueva gestuación del PNV hacia HB prologando una especie de nueva alianza o de una nueva mayoría nacionalista en el País Vasco".

"Todo esto es un panorama que requiere una clarificación, y lo que ha hecho el Partido Socialista es dar una sacudida política con su decisión para que el electorado hable alto y claro el próximo 25 de octubre, y para que, en función de esas elecciones y del resultado que de ahí se derive, se puedanestablecer nuevas bases para la política vasca".