EL EX CURA DE CAMARIÑAS ACUSA A LOS SOCIALISTAS DE COMETER CONTRA EL "UN ATENTADO TERRORISTA"

SANTIAGO DE COMPOSTELA (LA CORUÑA)
SERVIMEDIA

El ex cura de Camariñas, Antonio Velo, acaba de publicar un libro en el que dice contar toda la verdad "de su enfrentamiento con el fotógrafo y portavoz socialista en Camariñas", del que destaca su procedencia gitana y su "parapsíquica evidente".

Antonio Velo nsinúa implicaciones del PSOE en el narcotráfico, compara al partido con los "tiranos nazis o comunistas" y critica a los "mentiestrechos" del poder municipal por usar tácticas mafiosas, a los medios informativos y al "maldito juez" que sentenció el caso.

Políticos, jueces, fiscales, secretarios de tribunales de justicia y, sobre todo, el PSOE se convierten en "masacradores" de los derechos humanos para hacer de Antonio Velo la "víctima" de una campaña por el control del pueblo de Camariñas, tras la qe se vió obligado a abandonar la parroquia.

Así lo describe el propio Velo a lo largo de 198 páginas encuadernadas con una foto de sus años mozos y un título en dos partes: "Corrupción socialista" y "Brutal persecución del cura de Camariñas", con las que se dice que sólo pretende que se sepa "toda la verdad" que encierra la polémica con los socialistas locales por el trabajo del fotógrafo dentro de la iglesia.

El relato se queda en una alabanza personal del "héroe Velo" abandonado por feligreses aborregados" tras los incidentes del día de San Juan Bautista del año 1990, fecha del que denomina "primer atentado terrorista de los socialistas en la iglesia de Camariñas".

Antonio Velo confiesa que nunca tuvo afecto a ningún obispo, antes de reconocer que se siente "traicionado" por el arzobispo compostelano, que pactó a sus espaldas con García Sabell, delegado del Gobierno en Galicia, su cese en la titularidad de la parroquia de Camariñas.

El prólogo del libelo, editado en Pontevedra, lleva e nombre de Benito Santos Santorum por toda identificación de su autor y se remite a enfatizar el empeño del sacerdote por "arranear" a sus feligreses "del subdesarrollo" y convertirlos en "seres civilizados".

Se habla de Velo como un héroe que luchó contra "los atentados terroristas de los socialistas" y estuvo siempre solo, "incluso cuando fue tiroteado por una ventana".

Dice además que pasó "quince años de martirio" en Camariñas, "abandonado, enganchado y humillado" por sus superiores en una "prroquia incomprensible, díscola por la acción de un pequeñísimo grupo de seres incalificables que se impusieron a más de cuatro mil feligreses aborregados", hasta que tomó "la más grave y dolorosa determinación de renunciar a la parroquia".

El sacerdote alude a "la tara física evidente" del fotógrafo, al que acusa de haber intentado comprar con dinero la exclusividad de trabajar en la iglesia de Camariñas. "Lo que pretendía ese extemporáneo cacique de paranoica personalidad era hacer pasar por su arotodos los amantes de la libertad y demócratas de verdad de la parroquia de Camariñas", dice.

"El juez", dice textualmente, "traslucía su preocupación fundamental de liberar a los agentes del poder de toda culpa. Disimulaba tan poco su parcialidad, que en un mundo libre y dedicado a actor de teatro no ganaría para sal... Se pasó el tiempo acariciando a los encartados y a los, muy abundantes por cierto, testigos falsos que presentaron; se tornó áspero con los testigos verdaderos...".

(SERVIMEDIA)
14 Ene 1992
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