Uriarte, uno de los etarras que fueron juzgados en 1970 en el llamado "juicio de Burgos", dijo a Servimedia que este tipo de acercamientos es el procedimiento adecuado para intentar que aparezcan fisuras en ETA.

Aunque criticó la "publicidad" que se está dando al asunto, manifestó que el "único marco de reflexión" que queda en el entramado etarra "es la cárcel y los veteranos" de la banda criminal.

A su juicio, la "vía" para "producir anticuerpos en el seno de ETA es a través de la cárcel", que se sumaría al "anticuerpo político" que supone Aralar, partido político surgido de una escisión de Batasuna.

Asimismo, Uriarte opinó que el intento de dividir a ETA utilizando a sus presos críticos es una fórmula que debía haberse utilizado antes que la negociación con la banda, ya que este último procedimiento es el que justifica la violencia para los terroristas.