Mediante un comunicado, Giró explica que trasladó ayer personalmente esta decisión tanto al expresidente catalán Carles Puigdemont como al secretario general de Junts, Jordi Turull, en la reunión que la dirección nacional de esta formación celebró en Waterloo para iniciar la reflexión sobre el futuro de la legislatura.

Aclara que ha tomado la decisión de dejar el escaño y la política activa porque considera que en este momento no está “en condiciones” de dar al partido lo que este espera de él ni tampoco “las orientaciones actuales con el partido coinciden” con su “forma de entender la política” que cree que “hoy conviene y necesita el país”.

Giró asegura que se trata de una decisión “difícil, pero a la vez serena y madurada” que “nace un sentimiento personal” que no puede “ignorar”. A día de hoy, expone, tiene la sensación de que su aportación “no se corresponde plenamente con la exigencia y la implicación” que él mismo se impone en la vida.

"Cataluña vive, por diversas razones, en una encrucijada decisiva y la política es demasiadas veces excesivamente táctica. Se priorizan los intereses de partido por encima del país y eso dificulta la colaboración entre las fuerzas principales y, de rebote, el bienestar y el progreso del país”, añade.

De este modo, incide en que deja sus cargos con “la tranquilidad de saber” que actúa “siguiendo solo sus convicciones personales y con la esperanza de que otras personas puedan aportar al país la energía y las ideas que el momento requiere”. “Yo no he estado nunca en ningún sitio para calentar la silla”, asegura.

Dio las gracias a todos sus compañeros en el Parlamento de Cataluña, a todos los trabajadores de allí y, “muy especialmente”, a los diputados del Grupo Parlamentario de Junts, a los dirigentes, militantes, alcaldes, y a los miembros de las diversas sectoriales y territoriales, por haberle permitido vivir “una etapa intensa y enriquecedora” de su trayectoria.

Por su parte, Junts explica en un comunicado que Puigdemont y Turull “respetan y lamentan” la decisión de Giró de renunciar a su condición de miembro de la dirección nacional de Junts y a su acta de diputado. Para el partido, fue un “muy buen” consejero de Economía y sus aportaciones a la dirección del partido y al grupo parlamentario siempre han sido “positivas y consideradas”.