Salud

Enseñar a escribir a un niño zurdo con la mano derecha no es beneficioso

MADRID
SERVIMEDIA

Enseñar a escribir con la mano derecha a un niño zurdo no es beneficioso. La razón es que modificar esa preferencia significa luchar a contracorriente porque su cerebro se está organizando de esa manera y lo más beneficioso es dejar que la preferencia se dé en función de cómo está organizado el sistema nervioso.

Así lo aseguró a Servimedia la psicopedagoga de la UOC Sylvie Pérez con motivo del Día Internacional del Zurdo que se celebra este domingo, al recordar que la figura del ‘zurdo contrariado’, personas zurdas a las que han obligado a escribir, trabajar y demás tareas para las que se necesitan las manos con la derecha.

La experiencia muestra que intentar cambiar de mano preferente puede “generar un trastorno”, según Pérez, porque necesitará más tiempo para todas aquellas habilidades que precisen de la coordinación oculomanual. Si la coordinación se “decanta” por la izquierda y se hace el “esfuerzo” de hacerlo con la derecha, se necesitará más tiempo y se hará con más torpeza a la hora de aprender a automatizar un movimiento.

Sylvie Pérez adujo en la entrevista que antes se trataba de una “cuestión más cultural, social y supersticiosa”. Como el mundo está enseñado y pensado para la mayoría, y la mayoría es diestra, “se optaba por intentar que la persona zurda se amoldara a la mayoría”. Pero además hay una cuestión de “trasfondo religioso y supersticioso”.

La Biblia dice que tu mano izquierda no sepa lo que hace la mano derecha, al igual que en el mundo árabe, que cuando sirven comida no deben cogerla con la izquierda y llevársela a la boca con esa mano porque se la considera impura. Aunque hoy “nos basamos más en evidencias científicas y vamos más allá de lo supersticioso”, el mundo no deja de estar “impregnado” de cosas como estas, advierte la psicopedagoga.

En opinión de Pérez, el hecho de que el mundo esté pensado para la mayoría diestra puede hacer que una persona zurda se sienta diferente y viva esa diferencia como algo negativo. Y "la sociedad te puede llegar a discapacitar”, añade.

"Si eres zurdo y no tienes unas tijeras adaptadas, seguramente no cortarás bien, o cortarás peor que los demás". Esto puede generar una frustración o un sentimiento de impotencia o un “sentimiento constante de inferioridad", señala. Al igual que puede crear “cierto malestar” el hecho de tener que anticipar que vas a necesitar una silla de zurdos para un examen. "Todo eso te puede condicionar”, pero sabiéndolo, “se puede trabajar esa autoestima” en caso de que se vea afectada.

(SERVIMEDIA)
13 Ago 2023
GIA/pai