Así lo afirmó Andrés en un diálogo organizado por Servimedia sobre el desarrollo del hidrógeno verde, en el que participaron también el director de Energías Renovables y Eficiencia Energética de Somacyl, Sergio Lara Pascual, y el vicepresidente de la Asociación Española del Hidrógeno (Aeh2), Antonio González.

“Si utilizaran gasolina, igual no despegarían por el peso”, señaló Andrés. El hecho es que en términos energéticos, la aportación de un kilo de hidrógeno equivale a la de tres kilos de gasolina y que 250 kilos de hidrógeno equivalen a 1.000 de gasoil, según explicó el responsable de Redexis, una de las compañías que más apuesta por el desarrollo de esta tecnología en España porque debe ser clave para descarbonizar el transporte pesado, además del aéreo y el marítimo.

Entre sus “singularidades”, Andrés valoró también que cuando se produce esta tecnología con energías renovables a través de la electrólisis se obtiene un combustible cero emisiones y que al poder ser almacenado ofrece “una versatilidad tremenda”. Como ejemplos, señaló que se puede utilizar de materia prima para otros elementos como el metanol o el amoniaco, utilizado para la elaboración de fertilizantes.

En esta línea, Lara afirmó que es “el ladrillo para generar otros combustibles” por lo que se mostró convencido de que “va a ser relevante como materia prima”, además de por su capacidad para poder ser inyectado en las redes de gas natural al poderse mezclar.

En cuanto a su aplicación en el transporte, apuntó que su gran ventaja en relación con los vehículos electrificados es su autonomía, aspecto que es “el talón de Aquiles” de los motores eléctricos. Por ello, comentó que no ve factible que el vehículo eléctrico se imponga en el transporte pesado. “Para los autobuses aporta una autonomía que la electrificación no da”, concluyó.

Por su parte, González indicó que sus costes de producción se van a ir reduciendo a medida que se vaya implantando por las economías de escala. Así, defendió la aportación pública para reducir el diferencial de precio existente hoy en día.

También se refirió a la necesidad de potenciar los conocidos como “valles del hidrógeno”, para acercar la gran industria a los lugares donde se produce el hidrógeno, lo que permite maximizar su uso como fuente de calor.

“Los valles del hidrógeno son grandes concentraciones industriales con gran demanda de descarbonización”, coincidió Andrés, opinando que es por donde se tiene que empezar "al ser zonas de gran demanda”. Asimismo, pidió dotar también a los puertos y aeropuertos de la infraestructura necesaria para el hidrógeno.