Veterinarios explican las claves para proteger a los perros del contagio de leishmaniasis

MADRID
SERVIMEDIA

El equipo veterinario de Clinicanimal, la red de centros veterinarios del grupo de empresas que incluye marcas como Tiendanimal, insiste en la necesidad de conocer cómo prevenir la enfermedad de la leishmaniasis y los signos que deben hacer saltar las alarmas, con el objetivo de minimizar las consecuencias que pueda tener en un perro infectado.

La leishmaniasis es una enfermedad provocada por el parásito Leishmania infantum y que transmiten los mosquitos flebótomos infectados a través de sus picaduras. Esta dolencia, que afecta principalmente a los perros, es endémica en las zonas con climas más cálidos de España y puede tener graves consecuencias para estos animales, pudiendo ocasionar incluso la muerte.

Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Baleares, Madrid o Extremadura son las zonas con mayor prevalencia.

Actualmente, existen métodos preventivos con muestra de sangre, como son los test diagnósticos para detectar a tiempo esta enfermedad, y una vacunación anual, como Letifend, que permite reducir el riesgo de contraer este peligro y disminuye el desarrollo de esta.

Tal y como señala la veterinaria de Clinicanimal, Nuria Gómez Constanzo, el riesgo de contagio entre los perros que no han sido protegidos contra la leishmaniasis se sitúa entre en 3 y el 18%, según la zona geográfica en la que nos encontremos, ya que en las rurales o periurbanas la incidencia es mayor.

“En la actualidad, no existe una cura para esta enfermedad, que causa la muerte de gran parte de los perros infectados que no reciben tratamiento a tiempo, por lo que debemos poner el foco en la labor de prevención y en la detección temprana”, explica Gómez.

Entre los principales consejos a seguir para prevenir la picadura de este mosquito se encuentra el uso de antiparasitarios externos, como pipetas o collares; la instalación de mosquiteras en nuestros hogares y facilitar que nuestro peludo duerma dentro de casa en los meses de mayor riesgo.

“Sin duda, seguir todas estas pautas puede marcar la diferencia y ayudarnos a garantizar el bienestar y salud de los peludos”, indica Gómez, al tiempo que recuerda que no existe una cura para esta dolencia, sino que únicamente se pueden tratar los síntomas para aligerarlos, “lo que no evita en todos los casos que haya recaídas en el futuro”.

Por ello, recomienda realizar una exploración al finalizar la temporada estival para comprobar si el perro se ha infectado y poder administrar los fármacos oportunos “a la mayor brevedad”, ya que los tratamientos “serán más eficaces si dan comienzo en las primeras fases de la enfermedad”.

Para el diagnóstico precoz es también “esencial” conocer cuáles son los primeros síntomas que produce esta afección y que deben ponernos sobre aviso para consultar a nuestros veterinarios de confianza, entre los que se encuentran la pérdida de pelo, especialmente en la zona de los ojos y las mucosas, así como a perder peso rápidamente, pese a que pueden conservar el apetito, y a tener hemorragias nasales y lesiones oculares.

(SERVIMEDIA)
01 Jul 2022
MMC/gja