Así lo puso esta mañana de manifiesto el presidente del Consejo General de la Abogacía, Salvador González Martín, durante la presentación del 'Informe sobre la situación económica en el sector de los servicios jurídicos', destacando que respecto a 2018 el incremento asciende al 30%.

Tal y como destacó, la primera idea que se desprende de este estudio, realizado por la Unidad de Datos de la Abogacía, "es la recuperación del sector", el cual "tuvo un pico de bajadas importantes en facturación en 2020".

Y es que en 2018 la facturación del sector se situaba en los 10.840 millones de euros, creciendo hasta los cerca de 11.760 en 2019. Sin embargo, la pandemia redujo esta cifra hasta unos 10.900 millones en 2020.

A partir de ahí, año a año las cifras de facturación de los despachos de abogados fueron aumentando, sobre todo entre los dos siguientes: cerca de 12.200 millones en 2021, unos 13.870 millones en 2022 y los citados 14.139 de 2023.

A la espera de las cifras oficiales de 2024, el presidente de la Abogacía se mostró optimista, principalmente por el incremento de la productividad, porque "hay mucha más demanda de servicios jurídicos" y una "mayor demanda de servicios profesionales por la complejidad del mundo y la cantidad de nuevos delitos que no existían antes".

DESCENSO DE TRABAJADORES

Además de las cifras de facturación, el informe también hace una radiografía de un sector cuya masa de trabajadores no crece al mismo ritmo y se ha estancado en los cerca de 168.051 trabajadores, frente a los 171.584 de 2018.

"La productividad se ha disparado frente al número de personas que trabajan, que se ha estabilizado, con un pequeño descenso", destacó González, remarcando que "la productividad ha crecido desde 2018 un 35%".

Así, mientras un abogado generaba de media 40.267 euros al año en 2018, ahora esa cifra asciende a 54.452. "Es un dato muy relevante si tenemos en cuenta que en ese rango de años está la pandemia, donde descendió notablemente la productividad", insistió.

Ese aumento de la productividad lo explicó por dos motivos principales: "El impacto de la tecnología y el esfuerzo de adaptación" de los profesionales del sector. Y como dato, destacó que en el año de la pandemia, 2020, se hizo un "esfuerzo inversor", con "más de 300 millones de euros en tecnología", como equipos informáticos, hardware o conexiones.

Eso sí, pese a esa mayor productividad, facturación y actividad, González quiso poner de relieve que no han aumentado los precios de los servicios jurídicos: "Hay una clara contención en los precios".

TIPOS DE DESPACHOS

En lo que se refiere al tipo de despachos, el estudio muestra una reducción del número de los individuales, que pasaron de los 68.203 de 2018 a los 61.569 de 2023. En cuanto a los de entre dos y nueve personas, crecieron de 19.587 a 23.501.

Otro de los grandes crecimientos se registró en los despachos de entre 10 y 19 personas: de 1.135 a 2.289 en seis años. Por último, el aumento del número de despachos medianos (de 50 a 249 trabajadores) fue de 69 a 99, mientras que de los grandes (más de 250 empleados) desaparecieron tres, pasando de 21 a 19 y ocupando estos últimos a 12.092 personas.

De todos ellos, los despachos unipersonales representan el 70% del total y el 24% de la facturación del sector. En este sentido, el informe muestra un "lento" desplazamiento del volumen de negocio hacia los medianos y grandes. Porque, tal y como añadió González, "la tendencia es la de concentración, reduciendo el volumen de unipersonales y generando sinergias entre pequeños despachos".