LAS FAMILIAS DE DISCAPACITADOS INTELECTUALES CONSIDERAN QUE TIENEN QUE EVITAR ACTITUDES SOBREPROTECTORAS HACIA SUS HIJOS
- Es una de las conclusiones del II Congreso Nacional, organizado por FEAPS y clausurado hoy en Mérida
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Hoy se ha clausurado en el Teatro Romano de Mérida el II Congreso Nacional de Familias de Personas con Discapacidad Intelectual, organizado por FEAPS (Confederación Española de Organizaciones en favor de las Personas con Discapacidad Inteletual), y una de cuyas conclusiones fundamentales es que las familias consideran que deben evitar actitudes sobreprotectoras hacia sus hijos minusválidos, que tendrán una vida más plena en la medida en que sean protagonistas de su propia existencia.
El Congreso se ha celebrado en Extremadura durante cuatro días y ha contado con la intervención de 132 ponentes en 33 actividades, entre mesas redondas, conferencias, puntos de encuentro y talleres.
Alrededor de 120.000 familias han estado representada en este Congreso, que ha congregado a más de 1.000 personas de toda España bajo el lema "3 ciudades, 3 compromisos": calidad de vida de las familias con algún miembro con discapacidad intelectual, métodos para superar las fronteras en la discapacidad y necesidades de futuro de las familias.
En el apartado de conclusiones, las familias de personas con discapacidad intelectual creen que es necesario implantar un servicio estable, profesionalizado e integral de apoyo a las familias desde FEAPS y piden alas Administraciones Públicas que les apoyen sin que suplanten el papel de las asociaciones.
El Congreso subraya que las madres, principales cuidadoras de los hijos con discapacidad intelectual, demandan un reparto igualitario de las tareas con los maridos.
Las familias con mayor experiencia deben ayudar y asesorar a aquéllas sin experiencia, ya que FEAPS considera que el apoyo mutuo es una condición necesaria del hecho asociativo.
Sobre el papel que deben jugar los hermanos, se concluye queéstos no heredan la responsabilidad de los padres sobre el hijo que tiene discapacidad intelectual y que en ningún caso la utilización de los servicios residenciales o de vivienda tiene porqué generar sentimientos de culpabilidad en los hermanos.
Las familias han reconocido en el congreso el miedo que sienten al plantearse tener nuevos hijos. En este sentido, apoyan el diagnóstico precoz en el embarazo y reconocen que, con la llegada de nuevos miembros, la familia adquiere una mayor normalidad y el hio con discapacidad intelectual deja de ser el centro de atención.
En el Congreso ha quedado demostrado que muchas personas con discapacidad intelectual son capaces de vivir en pareja y que esta situación conlleva felicidad y también riesgos.
Las familias también se han mostrado muy preocupadas por el futuro de sus hijos y creen necesaria una planificación de futuro con el apoyo de las fundaciones tutelares.
En cuanto al envejecimiento de los discapacitados intelectuales, consideran que cada ersona lo hace de forma distinta, por lo que las asociaciones deben ofrecer respuestas específicas con programas y servicios.
La última conclusión señala que las personas con discapacidad intelectual "no somos muebles. Queremos tener una ocupación. Tenemos derecho a un empleo y a manejar el salario que ganamos. Si queréis saber algo sobre nosotros, no les preguntéis a nuestros padres, preguntadnos a nosotros".
Al acto de clausura asistieron el consejero de Cultura de la Junta de Extremadura, Franisco Muñoz; el alcalde de Mérida, Pedro Acedo; el presidente de FEAPS, Pedro Serrano; y el presidente de FEAPS Extremadura, Manuel López.
(SERVIMEDIA)
04 Mayo 2003
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