Así lo señaló durante su comparecencia en la subcomisión en el seno de la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados al objeto de analizar experiencias de regulación del cannabis para uso medicinal donde dejó claro que este tipo de productos "tienen que tener una regulación y deben estar basados en la evidencia científica y en ensayos clínicos".

Al comienzo de su intervención, Aguilar recordó que el 'cannabis sativa' es una planta medicinal – conocida y utilizada desde hace miles de años – con características muy especiales por los efectos que produce.

De hecho, esta planta "genera inflorescencias características y sus flores son ricas en principios activos de naturaleza terapéutica". Entre ellos se encuentra el 'cannabidiol', conocido como CBD, que no es adictivo y posee unas marcadas propiedades anticonvulsivantes. Por otro lado, los 'tetrahidocannabinoles', de los que el más importante es el delta-9-tetrahidrocannabinol. Estos, en cambio, "generan adicción".

Respecto a los primeros, el presidente del Cgcof explicó que "cuentan con una autorización de comercialización de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), que es autoridad reguladora en España".

NO COMERCIALIZADOS

Por el contrario, aclaró que los que no tienen autorización de comercialización como medicamentos "son la parte florida de la planta, la resina comprimida o hachís, los aceites extraídos y los extractos de cannabis concentrados".

Del mismo modo advirtió de que existen productos "a los que se les atribuyen falsas propiedades terapéuticas, sin eficacia ni calidad controlada, sin garantías y de dudosa fiabilidad, tanto en webs como en tiendas, generando un claro engaño a los ciudadanos y poniendo en riesgo su salud".

En cuanto al uso terapéutico, Jesús Aguilar afirmó que en España existen dos medicamentos autorizados y "que han demostrado su evidencia clínica: Sativex® (asociación de THC y CBD) y Epidyolex® (solo con CBD)".

Estos medicamentos, apuntó, mejoran los síntomas de algunas enfermedades como la espasticidad moderada o grave debida a la esclerosis múltiple y las convulsiones asociadas al síndrome de Lennox-Gastaut, al síndrome de Dravet o al complejo esclerosis tuberculosa. Ambos fármacos tienen la consideración de diagnóstico hospitalario.

DIAGNÓSTICO HOSPITALARIO

Ante esta situación, agregó Aguilar, "los pacientes tienen que acudir a los hospitales, con el consiguiente impacto en tiempo y costes por desplazamientos innecesarios si tenemos en cuenta que siempre disponen de una farmacia comunitaria de cercanía".

Por ello, "los farmacéuticos proponemos una dispensación colaborativa entre los farmacéuticos de hospital y los comunitarios. Además, propuso la dispensación en farmacias comunitarias, bajo un estricto control farmacéutico, de los medicamentos autorizados a base de cannabinoides, que ahora se dispensan a través de los servicios de farmacia hospitalaria.

Junto a esta propuesta se añade la dispensación de los productos a base de cannabis que la Aemps "pudiera autorizar -y en las situaciones clínicas que se definieran-, tanto en el formato de producto terminado, como de preparación de fórmula magistral".

Para esta segunda opción, el presidente del Cgcof, señaló que "los farmacéuticos nos ponemos a disposición de las autoridades sanitarias para trabajar en el diseño y la realización de una prueba piloto acotada en el tiempo, como se ha hecho, por ejemplo, en Francia".

Con esta prueba piloto se podrían recopilar datos concluyentes sobre la eficacia y seguridad del uso de los productos derivados del cannabis, así como demostrar las ventajas de su dispensación en farmacias comunitarias y realizar el debido seguimiento a los pacientes.