Así lo pusieron de manifiesto el investigador de Fedea Florentino Felgueroso y la vicepresidenta de ATA, Celia Ferrero durante, la presentación este miércoles del Observatorio trimestral del mercado de trabajo, elaborado por Fedea y BBVA Research.

El Observatorio refleja que la creación de empleo “perdió impulso” en el tercer trimestre, sobre lo que el responsable de Análisis Económico de BBVA Research, Rafael Domenech, precisó que siempre es “mala noticia” pero en esta ocasión no tanto, debido a que el mercado laboral “resiste” pese al contexto económico y la situación internacional. No obstante, Domenech dijo que la “desaceleración” es “compatible” con el aumento de vacantes de las empresas de difícil cobertura por parte de muchas empresas.

Según el estudio, tanto el crecimiento del margen extensivo (ocupados) como el del intensivo (horas trabajadas) se moderaron debido a la contribución negativa del sector privado en el tercer trimestre.

Además, subraya que los asalariados del sector privado explicaron el incremento de las horas semanales trabajadas.

Con todo, una incidencia elevada de la parcialidad y el aumento de las bajas por enfermedad mantuvieron la jornada laboral de los asalariados del sector privado por debajo de los registros prepandemia. Igualmente, la caída de la intensidad en el empleo (horas por ocupado) redujo un 1,2% el PIB por trabajador pese al avance de productividad por hora.

Asimismo, aunque el estudio llama la atención sobre el incremento de la tasa de paro en el tercer trimestre, Domenech aclaró que ello responde a que creció la población activa, al tiempo que valoró positivamente la reducción del desempleo de larga duración que “sigue siendo inaceptablemente” alto pero que retorna a niveles de 2019.

Para este experto, los tres “problemas crónicos” del mercado laboral español se mantienen, ya que perdura la tasa de paro estructural “elevada” y el desempleo de larga duración, si bien la temporalidad “se está corrigiendo”, pero solo en el sector privado, gracias a la reforma laboral.

Al hilo, el Observatorio señala que en los 10 primeros meses del año se han registrado 3,1 veces más contratos indefinidos y un 43% menos de contratos temporales que en el mismo período de 2019.. En este sentido, según la Encuesta de Población Activa (EPA) la tasa de temporalidad ha descendido 6.5 puntos en el tercer trimestre de 2022 en comparación con el mismo período de 2019, mientras que según las cifras de afiliación a la Seguridad Social la caída llega a los 12 puntos.

Además, la contratación fija discontinua sigue creciendo, aunque se concentra en el sector de la hostelería, entre los menores de 30 años y los trabajadores cedidos por las empresas de trabajo temporal.

Por otro lado, el estudio resalta que en octubre se produjo una caída “anómala” del paro registrado lo que atribuyó en parte a un ajuste en los registros estadísticos de los demandantes fijos discontinuos que están excluidos de la definición de paro. “Hasta que el SEPE no ofrezca una explicación más detallada, no es posible saber si se trata de un ajuste único que corrige de golpe un error en la clasificación de parte de este colectivo o si la distorsión podría prolongarse en los próximos meses”, ahonda el Observatorio.

Precisamente, Florentino Felgueroso pidió “transparencia” por parte de las instituciones sobre los cambios estadísticos que se producen, incluida la EPA, pues de lo contrario, “será muy difícil hacer un análisis” sobre los efectos de la reforma laboral. En su opinión, estos problemas no debería ocurrir en pleno siglo XXI.

En esta línea, el investigador de Fedea Marcel Jansen criticó que en ocasiones los economistas tienen que ser “detectives” ante la falta de “transparencia” y la no adaptación de las series históricas a los cambios que se van produciendo en la realidad. Puso en valor el “esfuerzo” del Ministerio de Seguridad Social para acceder a los datos y apuntó que el Ministerio de Trabajo, a través del SEPE, debería realizar lo mismo.

De su lado, la vicepresidenta ejecutiva de la Federación de Asociaciones de Autónomos (ATA), Celia Ferrero, avisó de que “no nos estamos ya fiando de la EPA” en lo relativo al colectivo de autónomos, por lo que están “muy centrados” en los datos de afiliación a la Seguridad Social y donde ven un “reflejo de lo que está pasando en el mercado de trabajo”.