Así lo afirmó ante los expresidentes del Gobierno Felipe González y Mariano Rajoy en su intervención en la cuarta edición del Foro La Toja, donde arrancó su discurso con un breve análisis de la actualidad política en el que lamentó que en el debate público prime “el ruido sobre el racionamiento” y se haya expandido el populismo, "un fabricante de antagonismos".

En primer lugar, dirigente gallego reconoció que las democracias “están abocadas” a configurar “un nuevo contrato social con sus ciudadanos”, pero avisó de que “es un error” caer en “la consabida dialéctica populista” a la hora de abordar “el debate tributario” que, “por desgracia, se ha planteado por algunos desde un plano dogmático, recuperado clichés que deberían estar superados para anunciar impuestos o tasas contra algo o alguien”. “Es decir, populismo fiscal”, sentenció unos segundos antes de insistir en que es necesario bajar la presión fiscal cuando España sufre “la inflación más alta de los últimos 40 años”.

Feijóo comenzó entonces a desgranar el paquete de medidas avanzado por Montero y advirtió de que la propuesta fiscal del Gobierno es, en realidad, “una subida fiscal de algo más de 3.000 millones de euros” que afecta “directamente a la competitividad” de las empresas españolas y “la capacidad de España como polo captador de inversión y de riqueza”.

Con este argumento, opinó que es un “error” aplicar un impuesto temporal para fortunas de más de tres millones de euros y una subida del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para los declarantes con ingresos anuales superiores a 200.000 euros, ya que, a su juicio, puede suponer la marcha de los patrimonios más importantes a otros países, entre ellos, Portugal.

“Probablemente uno de los mayores beneficiarios de esta reforma fiscal pueda ser Portugal, con un primer ministro (Antonio Costa) que demuestra que se puede hacer una política fiscal más atractiva, más adecuada para estos tiempos y enfocada hacia el crecimiento de la economía, la atracción patrimonio y la atracción de la renta y la inversión”, declaró. “Política, por supuesto, socialdemócrata”, apostilló para compararlo con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.