Durante su intervención en la reunión celebrada esta tarde con sus diputados y senadores, Feijóo recalcó que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, “tendrá que asumir la responsabilidad ante España en los próximos años” al necesitar “el apoyo de la extrema izquierda” y “dejar el país en manos de una minoría independentista”.

“Hemos aceptado que hemos ganado, pero no tenemos la mayoría absoluta suficiente para gobernar”, arguyó, al tiempo que pidió que “al menos se acepte que es del PP la Presidencia del Senado”. Lamentó que al PP le faltan “entre 4 y 5 diputados” e insistió en que tiene comprometidos 172 votos a favor de su investidura, lo que supone contar con el apoyo de Vox, UPN y CC.

“La mayoría de los españoles no merecen esto”, indicó, “un presidente que quiere serlo otra vez tras perder las elecciones”. Además, criticó que España “no merece la situación política que está creando el Gobierno en funciones”. "Casi cuatro semanas después convendría que algunas formaciones abandonen su euforia", dijo en referencia al PSOE, porque "perder es perder y seguir sigue siendo lo contrario de ganar".

Feijóo también aseguró ante su Grupo Parlamentario que quiere formar “un Gobierno que gobierne, no que resista”. Por eso, abogó por “volver a la política con mayúsculas” y por que la composición de la Mesas del Congreso refleje la mayoría obtenida por el PP en las elecciones del 23 de julio.

En su discurso ante los diputados y senadores electos, Feijóo insistió en que España merece un Gobierno que respete la Constitución y garantizó que los populares “no estamos aquí para que no gobierne alguien”, sino para contribuir al desarrollo de España y evitar “pertenecer la peor generación política desde hace 50 años”.

Defendió que su intención es “honrar el parlamentarismo” y convertir su gestión en una “excepción a la política maleducada, descortés que se lleva en España” e instó a los populares respetar “las formas que son la garantía de las instituciones”. "Estoy convencido de que podemos darle a España un gobierno centrado", confió tras advertir de que "el camino no será fácil, pero es el que España nos exige".

Por último, insistió en que hay “un riesgo de bloqueo real”, de un gobierno “más débil y dividido, conformado por 24 partidos”. “Un riesgo que exige el apoyo de diputados que quieren debilitar el país y en algunos casos romperlo”, reprochó. Asimismo, defendió que España "necesita un gobierno que se ponga a trabajar lo antes posible porque los problemas no están de vacaciones ni están en funciones".