Así lo afirmó tras su visita al centro de integración sociolaboral Mambré gestionado por Cáritas en Valencia, donde atendió a los medios y fue preguntado por la posición que España marcó ayer cuando la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, rechazó la propuesta de la Comisión Europea que demanda una reducción del 15% del consumo de gas en los próximos ocho meses ante la posibilidad de que Rusia corte el suministro a los países europeos.

Feijóo se desmarcó así del Gobierno y apostó por transmitir a los españoles que se debe aplicar un plan de ahorro energético “responsable y serio” porque se desconocen las posibles “eventualidades” que puedan llegar con el invierno.

El dirigente gallego explicó que este plan debe “priorizar” en primer lugar a “los lugares de trabajo” para garantizar que la industria consume la energía necesaria para desarrollar su actividad y mantener el empleo que generan. Feijóo situó a los hospitales y centros de mayores en el segundo puesto del orden de prioridades, mientras que los hogares ocuparían el último.

“Debemos decirles a los españoles siempre la verdad. Y debemos de establecer un plan de ahorro energético en este momento en España. Es imprescindible. Por tanto, me parece bien los planes de ahorro energético que señalan límites para activar los aires acondicionados y límites para activar en invierno la calefacción”, declaró.

El dirigente del PP urgió también a “bajar el consumo energético innecesario” y “pactar con los ayuntamientos un ahorro en alumbrado eléctrico nocturno” para que España esté preparada “ante eventualidades, cortes o disminuciones de energía”.

CRÍTICAS AL GOBIERNO

No obstante, aseveró que España es el país “mejor preparado para afrontar cortes de suministro de gas” por las buenas conexiones “marítimas” que tiene con países generadores de gas, así como por la gran inversión que se gastó en regasificadoras, que permiten el país tener “una autonomía energética superior a la de otros países de la Unión Europea”.

Pese a esta realidad, Feijóo cargó contra la política energética del Gobierno, que “ha sido una improvisación constante”, así como su política exterior con Argelia, que “es un disparate”.

“En este momento el Gobierno de Italia tiene asegurado el suministro energético argelino y nosotros estamos incrementado nuestras compras de gas ruso. Este tipo de políticas energéticas que se mezclan con las de exteriores producen un enorme desasosiego que trae causa de la frivolidad en la política energética del Gobierno”, afirmó en referencia a los hechos acontecidos en torno al conflicto del Sáhara Occidental.