Así lo sostuvo Alberto Núñez Feijóo en un mitin en Navalmoral de la Mata, en el que estuvo acompañado por la presidenta del PP de Extremadura y de la Junta, María Guardiola, y el alcalde de Navalmoral de la Mata, Enrique Hueso.

Feijóo aseveró que Extremadura tomará “una gran decisión el 21 de diciembre”, ante las que dijo que “no son unas elecciones autonómicas cualquiera”, sino que se trata de unos comicios a los que María Guardiola se someterá “porque cree que necesita el veredicto de este pueblo”.

Un veredicto, explicó, para que ella tome la decisión de “si quiere un gobierno estable, sólido, que gobierne” y rechace de esa forma “a aquellos cuyo único objetivo es que el que gane no pueda gobernar”.

El líder del PP arremetió contra lo que calificó de “la pinza” entre PSOE y Vox, de la que dijo que se presenta “para bloquear, para impedir y para frenar”. “La política tiene que servir a la gente, si no, ¿para qué estamos?”, apostilló.

Asimismo, subrayó que Extremadura “no puede convertirse en el campo de batalla de otros”, ni en un “tablero” en el que “jugar batallitas desde fuera”, ni el sitio “que va a validar los chanchullos de los socialistas”.

Por otra parte, Feijóo aseveró como hizo anteriormente que la central de Almaraz “no se va a cerrar”, algo en lo que empeñó su palabra.

El líder del PP remarcó que su formación se opone “porque el 21% de la energía que consume España es nuclear”, y porque, en su opinión, “las centrales que son sólidas, que tienen viabilidad, que son seguras tienen que seguir funcionando porque si no el precio de la luz sigue subiendo”.

CONTRA LA PARÁLISIS

Además, aseguró que “hay algunos que quieren convertir la parálisis de Extremadura en un trofeo”, y ante ello, Guardiola se habría opuesto al manifestar que “aquí no mandan sus intereses, aquí manda la gente".

Por ello, argumentó Feijóo, Guardiola ha llamado a votar frente a aquellos “que dicen que no se pueden convocar elecciones”.

“El progresismo español es aquel que impide a la gente decidir, es aquel que impide a la gente manifestarse, es aquel que impide a la gente salir a la calle, es aquel que impide a la gente votar con una urna y su papeleta”, recalcó.

De igual forma, Feijóo aseguró que Guardiola dijo que “aquí estamos para resolver los problemas de los extremeños”, y consideró que “la política era esto”.

Una política, señaló “que hemos aprendido, la que hemos practicado y en la que seguimos creyendo y que volverá, cuando finalice esta etapa de decadencia”, aseveró.

Tras el ‘sanchismo’, afirmó, “volverá a ser una política con principios, una política de centralidad para buscar el acuerdo y no el desacuerdo”.

Una política, agregó, “para unir a la gente después de las elecciones”, en la que “el presidente es el presidente de todos, no de sus militantes, no de sus votantes, sino de todos y volverá esa política”.

Y abundó en la idea cuando consideró que “volveremos a darnos la mano para construir un gran país, volveremos a derribar los muros que han derribado nuestros abuelos para volver otra vez a tener una España”, en la que “se pueda hablar, en la que se pueda di discrepar, pero también en la que se pueda acordar”.

Para Feijóo, España “ya lleva demasiado tiempo atrapado en una política que no vale para nada”, ya que, lamentó, es “una política que ha olvidado que nuestra principal motivación es servir a los ciudadanos”.

En este punto, sin hacer una alusión directa, Feijóo criticó a Vox al recordar que se votó en su día porque se quería “un cambio en Extremadura”, pero criticó que “ahora resulta que aquellos que decían que había que echar al partido socialista, son los mismos que están en contra del cambio, en contra de que gobierne el Partido Popular y en contra, por lo tanto, del futuro de Extremadura”.