“Estamos a disposición del pueblo catalán para ser útiles para lograr esa cordialidad y esa reconstrucción económica que, en nuestra opinión, Cataluña necesita más que nunca”, afirmó Feijóo ante los medios en Tarragona, donde compareció junto al presidente del PP catalán, Alejandro Fernández.

Feijóo centró todo el discurso orientado a Cataluña en ataques a la herencia del ‘procés’, que ha causado “enormes costes económicos institucionales y sociales” y hacen que la crisis económica que atraviesa España tenga “un plus de preocupación” en esta comunidad.

En este sentido, aseguró que el proceso secesionista ha sido “un muy mal negocio para Cataluña”, que ahora está “pagando las consecuencias” de "la tensión política" del conflicto y del deterioro de "la confianza para invertir y para establecer negocios y empresas” en este territorio.

En este contexto, Feijóo abogó por “aprovechar la crisis” para “volver a la cordialidad a política y a la unión del pueblo catalán”. No obstante, cargó contra la mesa de diálogo establecida entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña porque, a su juicio, “está siendo utilizada” por el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, “para mantenerse en el poder”.

“Es un planteamiento bilateral que le interesa al Partido Socialista de Madrid, al Partido Socialista en Cataluña y a los independentistas. Y el problema es que a ellos desde el punto de vista político les interesa, pero los ciudadanos no les interesa porque, al final... ¿Qué es lo que hemos ganado con esa aparente mesa de diálogo en la que han sido apartados los constitucionalistas catalanes?”, se preguntó Feijóo.

DIADA

Así las cosas, el líder de la oposición llamó a la Generalitat a ser "una garantía de la estabilidad política" en vez de "una fuente de inestabilidad" y lamentó que la Diada pueda convertirse en "un germen de más división todavía".

En este sentido, al ser preguntado por la ausencia del presidente de Cataluña, Pere Aragonès, en esta fiesta, Feijóo deploró que el Govern "se parta y se divida en la celebración de un día de unidad que tiene que ser Cataluña". "Eso es justamente lo que no puede hacer un gobierno", afirmó el gallego para criticar que la Generalitat forme parte "de la ruptura del pueblo catalán" y no de la solución.